Hace unos días MondoSonoro se encontraba con Marc, Jes y Áxel en un restaurante vasco de Barcelona para charlar sobre su séptimo álbum de estudio. Un disco titulado “Sierra y Canadá” que representa una nueva vuelta de tuerca a su sonido, mucho más sintético, y creado bajo el influjo de un teclado Lowrey del 74 que, como explica el propio Marc Ros en la entrevista que tenéis a continuación, encontró en un anticuario y acabó por convertirse en ese juguetito que en buena medida marcaría los derroteros que ha cogido su nueva propuesta. Un sonido sorprendente que sitúa al trío barcelonés en una nueva dimensión, mucho más cerca de los ochenta que de la psicodelia sesentera que siempre han revitalizado y llevado a su peculiar terreno, quitándole el polvo y actualizándola.
Asï en “Sierra y Canadá” te podrás encontrar con canciones de poderoso enganche melódico como “Las dos Coreas” (mi favorita); temas de estribillos arrebatadores como el corte que da título al disco o incluso un corte con unos coros luminosos y bombásticos como los de “Estáis aquí”. Claro que el álbum también tienen momentos en el que el pop pizpireto a lo Jeff Lynne asoma su cabecita (“Un día de mierda”) o incluso otros en los que se vuelve más oscuro como en “Gainsbourg”, en el que incluso se puede hablar del influjo de Depeche Mode sin que resulte una meada fuera de tiesto.
Como podéis comprobar nos encontramos ante un disco muy variado, que puede pasar de una balada algo siniestra (“Hiroshima mi amor”) a un curioso tema cargado de ironía como “Yo soy la crema” que, por su sonido y producción, podría encajar sin problemas en un recopilatorio del sello Italians do it better. Un álbum pleno de contrastes que puede resultar difícil de asimilar con una escucha precipitada, pero que poco a poco va conquistando el corazón del oyente a base de darle de forma repetida al play.
Por último y antes de pasar a la entrevista con Marc sobre el sonido obtenido en “Sierra y Canadá” , tan solo recordar una vez más que nos encontramos ante un trabajo que, sin ser conceptual en su totalidad , recoge la historia de amor entre dos robots y que, como viene siendo habitual, ha sido grabado en los estudios Blind records de Barcelona con los productores Santos y Fluren tras los controles aunque también ha contado con la participación de David T. Ginzo (Tuya) en tareas de producción, arreglos y ejecución.
Y ahora si os dejo con las impresiones de Marc Ros de Sidonie sobre el giro experimentado en el sonido de la banda:
A cada nuevo disco parece que os obligáis a cambiar vuestro sonido. ¿Por qué? ¿No os preocupa el hecho de descolocar a vuestros fans o pensáis que en el fondo os lo perdonan todo?
Sacamos un disco cada dos años, durante este período de tiempo, nuestras vidas dan muchas vueltas, no se tiene la cabeza y los pies en el mismo sitio durante tanto tiempo. Se ve, se oye y se siente de forma diferente y por lo tanto se hacen canciones y sonidos diferentes. Cuando un grupo saca el mismo disco cada dos años nos ponemos nerviosos y nos preguntamos: "¿Qué coño habrán hecho durante todo este tiempo? ¿Se habrán quedado en casa viendo la tele?" Siempre lo hemos dicho: "Sólo AC/DC tiene licencia para sacar el mismo disco, ellos se amparan el el blues de tres acordes, al resto no nos está permitido".
Lo que más destaca a priori del sonido del nuevo trabajo es la mayor presencia y protagonismo de los sintetizadores que le dan una cobertura con un aroma muy "ochentero" ¿Os habéis cansado de las guitarras?
Hemos dado otro papel a las guitarras. Si el disco fuera un edificio, los teclados serían las columnas y las guitarras, el coronamiento. Sería más apropiado decir "el teclado" porque todas las canciones se han compuesto y grabado con un Lowrey del 74 que encontré en un anticuario cuando iba a comprar unas sillas. Ha sido muy enriquecedor hacer canciones con un instrumento que no domino, era muy estimulante ver cómo evolucionaba una melodía sin depender de los trucos aprendidos con la guitarra. Las teclas son democráticas, más que seis cuerdas dispuestas en un mástil, porque te dan mucha libertad, aunque también es muy fácil perderse. Si nos hemos extraviado o no, lo decidirá el público.
¿Hay nuevos grupos/productores que habéis estado escuchando durante estos dos últimos años que hayan influido directamente en el sonido del nuevo álbum?
Sí y todo empezó con un libro, "Los robots del amanecer", de Isaac Asimov. Para completar y ambientar la lectura (ya que no tengo robots en casa ni puedo viajar al futuro) empecé a escuchar a los pioneros de la electrónica como Joe Meek, Jean Jaques Perrey, Silver Apples y de ahí a Kraftwerk o a OMD, música que ya conocía, en realidad, pero que nunca había considerado compartirla con Sidonie. Necesitaba contar una historia de amor extraña, hermosa y triste y que la protagonizaran dos robots en un futuro post-nuclear, por eso hemos utilizado la electrónica. No me imagino "Sierra y Canadá" con un enfoque acústico-campestre como tampoco me imagino la banda sonora de "Blade Runner" con banjos ni ukeleles.
¿En que canciones confiáis más de cara a los directos? ¿Cuales pensáis que van a ser mejor acogidas por vuestro público y porqué?
"Las dos Coreas", porque sé que la vamos a gozar mucho como músicos y la gente será consciente de ello. "Un Día De Mierda" porque la cantaremos con el público que compartirá con nosotros, palabra por palabra, lo que se cuenta en la canción: Todos hemos tenido un día de estos, algunos más que otros. "La Noche Sin Final", porque la cantará Jes y yo podré irme al camerino a fumarme un piti. "Hiroshima, Mi Amor" porque lloraré cuando la cante. "Rompe Tu Voz" y "Estáis Aquí", por su masculinidad, siendo un disco notablemente femenino. "Gainsbourg" para acordarnos de Serge. "Canadá (El Feo De Los Wham)", porque Axel la querrá tocar en todos los conciertos. "Sierra y Canadá" porque es y será una de nuestras canciones favoritas.
¿Ya tenéis pensado cómo vais a trasladar las nuevas canciones al directo? ¿Mutarán al pasar por un filtro más guitarrero o iréis acompañados de un teclista?
Nos compraremos unos robots de nueva generación para que hagan todo el trabajo sucio. Harán los conciertos, la compra semanal, la colada, la limpieza, la promoción del disco, la declaración de la renta… Y quien quiera podrá tener relaciones sexuales con ellos. Nos parece muy cutre lo de llevar cascos como Daft Punk, es mucho mejor tener unos androides que salgan por ahí mientras nosotros estamos en casa tocando banjos y ukeleles.
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