El final del verano

Tenía intención desde aproximadamente el mes de junio de cumplir con la tradición

Tenía intención desde aproximadamente el mes de junio de cumplir con la tradición de hacer una selección de temas que me acompañara durante el verano. Un poco de twee, pop saltarín, alguna excentricidad psicodélica de los 80,… la colección de canciones no varía demasiado de un año para otro, con lo que prepararla se viene a convertir en una especie de emocionante reencuentro entre amigos.

 

Precisamente este año, cuando había decidido poner un poco de color al entorno gris marengo, la operación fue posponiéndose indefinidamente hasta entrar de lleno en el mes de septiembre, punto de inflexión que marca el final del estío, la vuelta al cole. La portada del Mondo que acaba de salir, gloriosamente pop, así lo señala, y el título y la razón de ser de esta compilación tienen todo que ver con ese espíritu.

 

Supongo que todo esto que estoy contando condiciona en buena manera los siguientes 49 minutos. Leía estos días la nueva novela gráfica de Alison Bechdel, marcada a partes iguales por la amargura y un indestructible sentido del humor, y consecuencia de ello ando con la sensación de que hasta la decisión más intrascendente y aparentemente irracional procede de algún lugar de nuestro subconsciente. En ese sentido no puede ser casualidad que la primera canción seleccionada para esta mixtape sea “Summer’s Gone” de la banda escocesa Aberfeldy, por mucho que no hubiese reparado en el título en un primer momento. Tampoco que en una canción tan aparentemente veraniega como “Never Tell Anybody Anything” de The Afternoons, se haga referencia explícita al final del verano. Ni que aparezcan por ahí Stars, Mates Of State, Superaquello.

 

Y así, a poco que siga rastreando tras esta colección de canciones, supongo que se sucederán casualidades que en realidad no son más que escondidas causalidades.