El Emergentes viene a ser el pulso con el que medir la nueva escena granadina cada año. Del medio centenar de propuestas presentadas, dieciseis fueron las bandas que han actuado durante todo el mes de mayo en busca de un puesto en la final. Y por lo visto, se confirma la tendencia aperturista del certamen hacia estilos divergentes con ese indie militante con el que siempre se asocia a la música de la llamada Ciudad del Rock. Ya el año pasado Lemon Parade y su rock progresivo -que harán los honores el sábado como actuales ganadores- marcaron una senda en este sentido.
Reflejo de esta variedad es la presencia por ejemplo de Mojø, una formación que abandera la música negra con un ejercicio de estilo elegante y naif a partes iguales. Ana Bravo y Teté Sendín lideran un combo que junto a Cisco Ocaña y Sergio Ortega acaban de editar un Ep cuyo título habla por si mismo Music is good for the soul. El abanico de esta final se abre hasta el otro extremo para dar chance al punk pop de Forgive To Forget. Joey Damned y Gsus Ablaze son los alias de los hermanos Jiménez, los más jóvenes de la terna. Energía y actitud sobre el escenario con los que evocar a Sum 41 o Blink 182. Con todo esto Joe Maremoto representa de alguna manera el rock alternativo que más impregna las paredes de PlantaBaja. Su decisión de mutear la pista de voz en la última grabación Ranciovisión, ha sobredimensionado el mantra de sus canciones que funcionan como clips audivisuales, como viajes trepidantes.
El sábado 24 el jurado tendrá difícil elegir entre estas tres bandas que de algún modo descontextualizan el certamen de un estilo, una moda o una tendencia. Que gane el mejor. La entrada es libre hasta completar aforo.
Atentos porque la organización anuncia una actuación sorpresa de una banda reconocida de la ciudad. Así que la noche se presenta espectante por partida doble.
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