Dani Poveda renace artísticamente con Gentle Music Men después de abandonar su anterior proyecto, Flint. A lo largo de los últimos dos años, Poveda ha ido acumulando canciones, nueve de las cuales forman parte de su debut, “Gentle Music Men” (LG2, 07), grabado en su propio estudio (pero sin ningún lastre lo-fi).

“Han quedado muchas canciones fuera del disco porque para algunas de ellas necesitaría una orquesta”, nos comenta Poveda muy entusiasmado: su disco está cosechando muy buenas críticas y el grupo tocará en el Primavera Sound (y, si hay suerte, en el FIB). 

“Las canciones de este disco mantienen el punto de vitalidad de las que escribía para Flint, aunque con Flint los referentes eran mucho más de los años sesenta. Gentle Music Men surge después de escuchar mucha música europea y americana de los años noventa y actual”. Sus referentes son amplios y esencialmente en inglés. “En música mi lengua materna es el inglés, y por eso escribo las canciones en inglés, aunque no descarto cantar en catalán o castellano más adelante”. “Gentle Music Men” es un disco rico en detalles e influencias: los violines de “Peculiar Story” están inspirados en Tahiti 80, “Cry” puede hacer pensar en el encuentro imposible entre Love, Free y la modulación aterciopelada de Caetano Veloso y la trompeta de “Happy Days” hereda la solemnidad de los mejores Belle & Sebastian. “La temática de las canciones es esencialmente amorosa. Las melodías son muy importantes, así como las armonías entre voz y instrumentos. Las canciones han nacido de forma muy diversa: ‘Eve’, por ejemplo, la escribí cuando me compré una Martin D-28, la guitarra de Neil Young. Ese fue el primero de una serie de temas que me he guardado para el próximo álbum, en el cual estoy trabajando ya…”. Gentle Music Men es el proyecto personal de Dani Poveda, pero además de su voz y múltiples instrumentos forman parte del grupo Miquell Tello (bajista), Xavi Ribera (batería), David Charro (teclados y guitarras), Montse Inglada y Elisabet Barrau (violines). 

Aunque sabemos que el nuevo trabajo de Korn eclipsa la edición de cualquier trabajo relacionado con las nuevas tendencias metaleras, pero si existe otro trabajo de magnitud parecida no cabe duda de que ése es “Lovehatetragedy” (Dreamworks/Universal, 02), el nuevo disco de PAPA ROACH. Desde la humildad, los estadounidenses han ido escalando posiciones hasta llegar muy arriba y conseguir que su nombre sea casi una garantía.

Supuestamente surgieron de la nada, aunque llevaban un huevo de años batallando en la independencia, buscando una gloria que por fin han alcanzado. Dicen que con todos sus trabajos anteriores a “Infest” (Dreamworks/Universal, 00) no alcanzaron las diez mil copias vendidas, pero aquel debut en Dreamworks y la rotunda efectividad del single “Last Resort” les hicieron subir como la espuma. Sólo que su burbuja no se desvanece con sus nuevas canciones, sino que se mantiene en su esplendor. En todo caso, este cuarteto se ganó el cielo y mi corazón (desde aquí quiero recordar la gran tarde que pasé con David, su batería, en la barcelonesa sala Garatge) con un show demoledor, profesional y entusiasta. Desde ese preciso instante se encaramaron a lo más alto de nuestro ranking particular. “Consideramos esencial dar una buena imagen en directo. Entiendo que este tipo de música, si no se hace con entrega total, puede resultar muy fría de cara al directo. Pero con un sonido potente y con una buena actitud, aunque tus canciones no sean las mejores de la historia, puedes dejar completamente satisfecha a la gente. 

Para nosotros eso es esencial, aunque ya sabemos que muchos de los grupos que se pueden parecer a nosotros no cuidan para nada ese aspecto”. Quién nos explica el porqué de las cosas es Telvin, un individuo serio pero nada estúpido, centrado pero nada aburrido, un tipo inmutable que mantiene durante la conversación el mismo tono, idéntico nervio y un profesional en esto de la promoción. “Para este disco queríamos mantener la frescura del anterior y no queríamos que se perdiera a causa de lo largo del proceso o de los preparativos. Antes íbamos en una única dirección, pero ahora tomamos varios caminos. Lo más importante en esta ocasión es que llegamos al estudio con las canciones muy trabajadas. Las habíamos estado puliendo en la parte de atrás de nuestro autobús de gira. Al llegar a casa, después de tocar tanto en directo, no nos tuvimos que romper los cuernos pensando en cómo íbamos a enfocar el nuevo disco, porque ya lo teníamos casi todo hecho. Con sesenta días de estudio tuvimos suficiente para dejar listo el disco, cuando en algunos casos se necesita un mínimo de seis meses”. Esa energía y ese punch directo vía estribillo han desaparecido en parte, requiriéndose ahora más tiempo de rodaje para sumergirse en las nuevas canciones del cuarteto. “Lovehatetragedy” se asimila poco a poco, pero acaba impregnándonos con sus mejores esencias. Lógicamente, no se trata de Tool, pero tampoco de Sum 41. El enfoque está claro: mantener el viejo espíritu, pero dotándolo de mayor seriedad, extrayendo la jovialidad a cada uno de sus segundos. “Creo que ´Infest´ iba al grano, era un disco más joven. Para nosotros era algo así como todos a una. Ahora cada uno tiene más claro su lugar, somos personajes más individuales. Cada uno tiene su papel, somos más conscientes de nuestra parte del trabajo. Tengo que añadir que ahora somos mejores músicos que antes, procuramos evolucionar, crecer. El que ahora todo esté más meditado le ha dado al disco un aire más oscuro, más introspectivo. En estas canciones se transmiten más emociones a lo que ayuda que el sonido sea más redondo y más compacto”. Les hablas de Jonathan Davis y de la escena, en la que se les incluye por motivos obvios, de la que es gurú y se incomoda. Eso sí, cada vez que le brindan la oportunidad, Telvin acude al punk o el hardcore de Fugazi, Bad Religion o Dead Kennedys. “El punk no es sólo un estilo musical, es una actitud, la que debería tener todo el mundo sea músico o no. La música actual me interesa poco, me fijo más en cosas antiguas incluso estilos denostados como el hard rock ochentas que es una fuente de inspiración para mí. Luego podría citarte multitud de estilos en los que me fijo, pero no nada que sea muy contemporáneo”. Los millones de discos que llevan sobre sus espaldas deberían representar un plus de presión de cara al lanzamiento de este disco, aunque él no parece verlo del mismo modo. “Para mí sólo es un placer tener un nuevo disco, una gira en mente, pero no me supone una carga. Con todo esto únicamente pretendo ser feliz y hacer feliz a la gente, todo lo demás es secundario. No me importa ni la fama, ni el dinero, ni nada de eso”. Cambiando de tercio, tenemos presente el que el productor juega un papel importante en cualquier disco y, cuando se trata de nu-metal, lo que de otra forma no sería más que un dato anecdótico aquí toma una mayor importancia. Brendan O´Brien ha sido el responsable de trasladar las ideas del grupo en el estudio. “Llevábamos mucho tiempo con el punto de mira puesto en él. Nos encantó su trabajo con Stone Temple Pilots o Rage Against The Machine y decidimos conseguir sus servicios. Lo que más nos gustó es la pasión que tiene por la música, es un gran fan y conoce a fondo la historia del rock. No se dedica sólo a encargarse de los controles, sino que también controla otros instrumentos, lo cual es fundamental porque a la hora de aconsejarte sabe de qué está hablando”.