“Se está perdiendo el sentido de la diversión en la música”
Entrevistas / The Divine Comedy

“Se está perdiendo el sentido de la diversión en la música”

Raúl Julián — 01-12-2016
Fotografía — Archivo

“Foreverland” (Divine Comedy Records/[PIAS], 16) es la última entrega de Neil Hannon al frente de sus imprescindibles The Divine Comedy. Un disco que (de nuevo) incluye una colección de canciones intachable, plena en ese pop barroco, minucioso y siempre encantador que el norirlandés presentó sobre el escenario del pasado BIME.

Nos citamos con el autor en la zona de artistas del BIME Live, horas antes de que el vocalista y su séquito ofrezcan “el concierto de pop perfecto” sobre el escenario Antzerkia, demostrando que el género es tan capaz de sacar una sonrisa como de emocionar hasta la lágrima. Mientras esperamos a que llegue el protagonista, los chicos de TOY al completo salen de su camerino, y visiblemente emocionados se paran ante la puerta que pone “The Divine Comedy”. Preguntan con nerviosismo si Neil Hannon está dentro. Respondemos afirmativamente y añadimos que tenemos pactada una entrevista con él en sólo unos minutos. “Somos muy fans. Llevamos años escuchado su música y nos gustaría saludarle” confiesa el bajista Maxim "Panda" Barron. Poco después tendrán ocasión de hacerlo, pero antes el menudo artista cumpliría, educado y divertido (muy divertido…), con nuestra cita. Sus ojos claros insinúan inmediatamente una inteligencia irónica y distinguida, sensación confirmada a largo de quince minutos de charla que a continuación reproducimos de manera íntegra.

“Trabajo muy duro para conseguir discos que fluyan desde el principio hasta el final”

“Foreverland” (Divine Comedy Records/[PIAS], 16) es ya el undécimo disco de The Divine Comedy ¿Qué hay en él que no esté en ninguno de los anteriores? ¿Qué dirías que es diferente en este álbum?
Supongo que todo lo que es diferente soy yo (Risas). Imagino que además podrás encontrar otras doce canciones que tampoco podrás encontrar en los otros discos (Risas). Intento no repetirme a mí mismo, pero bueno… ya sabes: una canción es una canción, e intentas utilizar las cosas que has aprendido a lo largo de los años para hacer mejores canciones, así que ocasionalmente habrá cosas que sean parecidas. Si a la gente le gusta The Divne Comedy, tampoco puedes darles un álbum que no suene como The Divine Comedy (Risas). Así que en este disco encontrarán cosas diferentes y también algunas iguales.

Me gusta mucho como en este disco se entremezclan el barroquismo con un toque glamuroso, pero también con romanticismo y elegancia ¿Cómo conseguiste el equilibrio entre cualidades tan diversas? ¿De dónde vino la inspiración?
¡Es cómo yo! (Risas). La verdadera respuesta es que no lo sé (Risas). Pero bueno, yo creo que me siento, empiezo a escribir y este tipo de cosas aparecen… así que supongo que tiene que ver con el tipo de cosas que me gustan: los libros que me gustan, la música que me gusta y también, aunque ya lo he dicho con anterioridad, a veces también compones porque no puedes encontrar lo que estás buscando en la música de otra gente. Así que, más o menos, escribo la música que quiero escuchar y que otra gente no hace (Risas).

Es la mejor forma de conseguirlo... (Risas)
¡Supongo que sí!

El caso es que “Foreverland” (Divine Comedy Records/[PIAS], 16) es un disco muy equilibrado, donde todas las canciones brillan por sí mismas pero también dentro de un conjunto coherente ¿Buscabas esa ponderación y la fuerza del conjunto?
Muchas gracias. Trabajo muy duro para conseguir discos que fluyan desde el principio hasta el final. Nunca me han gustado los discos que sólo son un puñado de canciones, y también estaba intentando describir una línea temporal en el álbum, así que hay un cierto tipo de argumento (llamémoslo así a falta de una palabra mejor…) que ayudó a ordenar el álbum, porque ciertas canciones tenían que ir antes de otras canciones o sino no tendrían ningún sentido. Yo no suelo ser así, porque normalmente escribo unas trece canciones y descarto una. Pero para este disco debo haber hecho unas veinte o veinticuatro canciones, así que tenía mucho donde elegir… Bueno, y así ya tengo escrito el siguiente disco… (Risas).

“Durante gran parte de mi carrera estuve intentando ser una pop-star”

Las nuevas canciones tienen estructuras complejas, muy ricas y trabajadas, pero sin embargo el aspecto final de cara al oyente es sencillo: son canciones amables que enamoran desde la primera escucha ¿Por qué crees que sucede esto y cuál es la fórmula para lograr este efecto?
Bueno, tiene ese efecto en ti.... Imagino que es porque como tú has dicho es ya el undécimo álbum (bueno, supongo que puedes enumerar los discos de diferentes maneras… pero da igual), y yo tengo cuarenta y cinco años y he ido aprendiendo a largo del tiempo. No sólo al respecto de cómo hacer las cosas, sino también a saber por qué las intentas hacer. Y cuanto más viejo me hago, más claro que tengo que tienes que hacer las canciones por la razón adecuada. Yo estoy intentando crear una respuesta emocional en el oyente, y a veces la mejor manera de conseguirlo es con una canción muy simple. Pero otras veces la forma de hacerlo (o de hecho la única manera de conseguirlo), es a través de algo muy complejo. Ese es uno de los motivos por los que me ha llevado tanto tiempo hacer este disco: porque a veces intento hacer algo complejo en cuanto a los arreglos, las letras, las cuerdas… y eso es difícil y yo no soy muy listo… (Risas). Así que me lleva mucho tiempo.

La verdad es que tengo la sensación de que te has divertido y disfrutado de verdad haciendo este disco tan luminoso ¿Es así?
Sí, sí. Me encanta. Ya sabes, es lo que mejor sé que hacer. También me gusta mucho tocar en directo… Sí, también me gusta cuando estoy en el escenario, aunque todo lo que está alrededor de una gira puede ser un poco aburrido y cansado…

Como hacer entrevistas… (Risas)
Nooooooo (Risas irónicas y me da un suave golpe en el brazo).(NdA)

(De repente suena una ovación que viene del escenario que más tarde ocuparán The Divine Comedy…)(NdA)
¿Ha empezado ya el concierto? Estoy confundido… Ah, no, nosotros no empezamos hasta las 12. Perdona… ¿De qué estábamos hablando? Me he perdido…

De cómo te sentiste durante el proceso de creación…
Ah sí. Bueno, es parte de mi rutina diaria: me levanto, desayuno… (Bastante tarde…), después me meto en el estudio y trabajo en lo que sea que esté trabajando. Y realmente lo disfruto, a no ser que no funcione la calefacción. Entontes todo es un infierno (Risas). De hecho fue tan difícil dejarlo… había entrado en una rutina tan genial. Realmente no quería salir y publicar el disco ‘¡Unos pocos meses más por favor!’. Ya sabes… (Risas).

Desde fuera parece que tu carrera es una continua búsqueda de ese enésimo detalle perfecto con el que adornar la canción ¿Es esa una de tus obsesiones cuando compones?
Bueno, me gustan las artes decorativas. Por ejemplo, me gustan los papeles de pared verdaderamente bonitos, pero ya sabes: la habitación es más importante que el papel de la pared. El papel de pared es importante, pero necesitas el conjunto completo, así que me gustan los detalles y están ahí por una razón, pero no es una obsesión. Bueno, sólo un poquito… (Risas).

“Se está perdiendo el sentido de la diversión en la música”

En ese sentido me gustaría saber cómo es el habitual proceso compositivo de Neil Hannon, y dado precisamente lo detallistas y minuciosas que son tus composiciones… ¿Cuándo o cómo decides que una canción está terminada?
El proceso creativo comienza simplemente enredando o aporreando el piano como hace todo el mundo. El momento de la creación surge en ese instante en el que piensas ‘Ah, me gusta cómo suena esa cuerda con esa cuerda’ o cuando surge ese riff o esa melodía y entonces es cuando tienes algo sobre lo que construir. Y luego, cuando eso es lo suficientemente grande, sacas tu cuaderno. Siempre tengo un cuaderno para escribir cualquier cosa que encuentro interesante, ya sea poética o graciosa. A veces esas cosas son una estrofa completa y otras sólo un verso, pero ya sabes: es como si la música te estuviera dirigiendo hacia delante, en una dirección o en otra. En ocasiones excepcionales tengo una idea para una canción completa, y cuando eso sucede me asusto... Entonces pienso tengo que ir y hacerlo en ese mismo instante. Pero eso pasa muy pocas veces. Pero bueno, me preguntas sobre el final del proceso, y eso también es interesante porque fue una de las cosas más complicadas en este disco. Porque hay tantas maneras en las que puedes hacer una canción y tantos arreglos que puedes meter… La puedes llegar a tocar de mil maneras diferentes, y mi problema es que sé cómo hacerlo de esas mil formas. Así que a veces me quedo atrapado, intentándolo en todas estas mil maneras diferentes, y entonces me doy cuenta de que la forma en la que lo había hecho un año atrás era la mejor. Y es con la que me acabo quedando. Eso fue bastante frustrante, pero al menos cubrí todos los ángulos posibles.

Tu música tiende a tener un componente juguetón, incluso de cuento o fábula ¿De dónde viene esta tendencia y por qué te gusta darle ese aspecto a tus canciones?
A veces simplemente soy travieso. Es como cuando me visto de Napoleón… creo que es para hacer que mis súper fans se escandalicen un poco en plan: ‘¿Qué está haciendo ahora?’ (Risas). No sé por qué, son siempre las travesuras, los juegos… es la mezcla de cosas que yo soy, pero claro… ¿Por qué soy de la forma en que soy? Yo solía jugar con mi abuelo materno, Teddy Butler. Contaba historias increíbles cuando yo era pequeño, y me encantaba esa forma de contar cosas serias siempre de una forma tonta, como si verdaderamente no importasen. Es difícil de expresar, pero él era un fantástico contador de historias, y mi madre siempre me decía que no creyera una palabra de lo que decía… (Risas). Eso lo hacía aún mejor… ‘¿De verdad se ha inventado todo eso?’ .

¿Cómo crees que ha evolucionado tu carrera y tu creatividad a lo largo de todos estos años?
(Duda bastante la respuesta)(NdA) Durante una gran parte de mi carrera estuve intentando ser una pop-star, y eso fue muy divertido y en realidad fue útil porque crecí viendo a pop-stars increíbles como Adam Ant (él parecía una chica), Blondie o Kate Bush, y pensaba: ‘Dios mío, sólo quiero ser como esa gente!’. Pero después el tiempo pasa, eso desaparece y piensas: ‘Bueno, en realidad no estoy tan triste por abandonar esa fase’. Y así te puedes concentrar en lo que verdaderamente te gusta: hacer música. Siempre he adorado hacer música, pero en los primeros tiempos, a veces quizás buscaba mas el reconocimiento y ahora no tengo como objetivo a nadie: simplemente hago lo que me gusta hacer y porque quiero hacerlo. Así que imagino que ahora todo es un poco más auténtico.

¿Cómo recuerdas esa época dorada (al menos en cuanto a la venta de discos se refiere) que fueron los 90?
¡Ahhhhh… cuándo la gente compraba discos…! (Suspira, escenificando nostalgia). Bueno, echo de menos las canciones… (Risas). Ya sabes, todo el mundo está trabajando muy duro en la actualidad, intentando hacer lo que ellos creen que es lo correcto. Pero se está perdiendo el sentido de la diversión y del humor, que siempre fue una cosa muy importante para mí en la música. El simple disfrute de decir ‘¡Hey, estoy en una banda de rock!’. No encuentro eso en mucha gente de hoy en día. Parece como si tuvieran algún tipo de trabajo tortuoso que están forzados a hacer. Es como… (Imita un lamento) (Risas). Y me preocupa que no se estén divirtiendo (Risas). Durante los 90 creo que todo el mundo se estaba divirtiendo mucho, en el mundo de la música y también fuera de la música.

¿Echas algo de menos de aquellos años?
Supongo que echo un poco de menos parte de la emoción de estar en Top Of The Pops y conocer a gente famosa. Pero cuanto más mayor eres, menos te importa… (Risas).

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