Se está mejor en casa que en ningún sitio
Entrevistas / Julie Doiron

Se está mejor en casa que en ningún sitio

Enrique Ramos — 08-02-2005
Fotografía — Archivo

Apretar el botón para que suenen los discos de Julie Doiron es como cruzar el umbral de su casa y dejar que te enseñe las habitaciones mientras te explica su año y tu piensas aquello de “es como si no hubiese pasado ni un solo día des de la ultima vez”. Algo que pasa con su última referencia “Goodnight Nobody” (Acuarela, 04).

La última vez para la mayoría de nosotros será su último trabajo un disco que habla de viajar y echar de menos, de tener ganas de volver al calor del hogar. “Vivo en New Brunswick, Canadá. Nos acabamos de mudar a una casa aquí después de vivir durante seis años en Montreal. Estoy muy contenta de vivir en una casa de verdad con un jardín enorme. A los niños les encanta. Normalmente toco en todas sus habitaciones y a menudo fuera, a la luz del sol. Mi familia me suele escuchar, pero normalmente están alrededor haciendo sus propias cosas”. Pero para volver primero hay que salir: la dureza de la vida en carretera y el extraño disfrute de encontrar almas afines mientras deseas con todas tus fuerzas estar en otra parte. En este caso, las almas afines son Herman Düne, sin cuyo mimo pasional “Goodnight Nobody” habría sonado muy distinto. “Conocí a Herman Düne por casualidad. Estando de gira por los Estados Unidos en 1999, David (Ivar, un tercio de Herman Düne y responsable de la mitad de las canciones) me vio tocar de teloneando a Songs: Ohia y por lo visto le gustó. En 2001, Herman Düne y yo coincidimos tocando en Austin, Tejas, en el festival South by Southwest, durante el cual estuvimos todo el tiempo juntos. Les vi tocar por primera vez en ese viaje y me gustó el grupo inmediatamente. Son estupendos y les encanta la música”.

" Empecé a cantar en francés porque pensé que sería divertido"

Es precisamente ahí donde tanto Herman Düne como Julie Doiron se apartan de la mayoría: les encanta la música y, por lo tanto, se implican en ella. “Bueno, supongo que yo soy esas canciones. Esas canciones son honestas y significan mucho, así que supongo que me convierto en ellas en los conciertos. Disfruto tocándolas, pero si hay alguna que no tiene sentido para mí en ese momento, entonces no suelo tocarla. Si es demasiado emocional, a veces puede ser duro tocarlas”. Honestidad sentimental y honestidad lingüística, porque aunque este último disco está cantado íntegramente en inglés, no todos son así. Desde el principio de su carrera en solitario ha ido alternado discos en inglés con discos en francés. “Simplemente escribo en la lengua que siento en ese momento. Empecé a cantar en francés porque pensé que sería divertido. Hablo en francés con mis hijos la mayoría del tiempo pero a pesar de ello, creo que hablo en inglés más a menudo”. Fue el inglés el idioma con el que empezó a cantar con su primer grupo, los fantásticos Eric´s Trip (escuchar “Forever Again” y dar gracias al señor por los noventa es todo uno) “todavía estoy en contacto con ellos. Todavía somos buenos amigos y todavía me gusta pensar en hacer música juntos. Siguen haciendo música y están todos bien”. Apuntad: Elevator Trough, Moon Socket y Orange Glass. No sé vosotros, pero yo les tengo ganas.

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