Aidan Moffat y Malcolm Middleton aprovechan cualquier oportunidad para brindar, así que se despiden con una pinta en la mano y “sin animosidad y sin drama”, según la nota oficial del grupo, d´ddejando que las cosas sigan su curso. Celebran el recopilatorio “Ten Years of Tears”, un “audio rockumentary” que sirve de epílogo a diez años de Arab Strap, y un “farewell tour” que les traerá por nuestro país antes de disolverse en la nada, para que les despidamos como se merecen. Sin ganas de ponerse dramático, uno se pregunta si hay alguna razón más explícita detrás de una decisión que nos ha cogido por sorpresa. “Realmente no. Después de diez años creo que es bueno decir adiós con un buen disco. No sé si ‘The Last Romance’, el último que grabamos en estudio, es el mejor de nuestra carrera, pero sí que creo que es un gran disco y muchos lo sintieron como una despedida. Que lo fuera en verdad ha sido algo natural, un final casi obvio”, comenta Moffat.
| "Yo me siento más feliz conforme me hago más viejo" |
Puede que en parte tuviera que ver la buena acogida del segundo disco en solitario de Middleton, el muy recomendable “Into The Woods”, un proyecto que comenzó como un ramillete de canciones dirigidas a niños y que terminó alcanzando el tamaño de un titán. También Moffat ha hecho sus pinitos en solitario, bajo el alias de Lucky Pierre, un nombre que, como el de Arab Strap, hace referencia al inflamado universo sexual de Moffat. ¿Tiempo, pues, para los proyectos en solitario? “Malcolm ahora está trabajando muy duro ahora en su nuevo disco [que graba en el estudio Castle Of Doom de Mogwai en Glasgow junto a Tony Doogan, muy cercano a la familia Chemikal Underground y a Belle & Sebastian]. Y yo tengo muchos proyectos, entre ellos dos discos que saldrán el año que viene, uno de ellos de poesía”. “Ten Years Of Tears” no es un “the best of” que regalar al amigo que quieres que se convenza de lo buenos que son Arab Strap, pero cumple con creces su difícil papel de reflejar las experimentaciones alrededor de el folk, la electrónica, el post-rock y el sadcore del dúo a través de excitantes rarezas (“If Theres No Hope For Us”, para la banda sonora de un corto de ciencia ficción), tomas que el tiempo y directo han pulido (tremenda “Blood”) y algunos hits (“The Shy Retirer” o “Packs Of Three”, que incluye su ya celebre frase “It was the biggest ever cock youd ever seen…”). Comienza su minutaje recordando la época en la que los fines de semana comenzaban en jueves y acababan con una resaca frente a los Simpson (“The First Big Weekend”, también con su cara B) y termina con “There Is No Ending”, último single de “The Last Romance” y su mejor canción en lo que va de siglo: qué importan las noticias sobre tsunamis, terroristas, fumadores pasivos y gripe aviar si aceptas verme envejecer junto a ti. Hablando de hacerse mayor, esto es lo que dijo Moffat cuando le preguntamos, tachán-tachán, si creía en la felicidad. “He empezado a creer en ella. Pero no sé si podré describirla… creo que la verdadera felicidad llega con la edad. Y yo me siento más feliz conforme me hago más viejo”.
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