Grandes Éxitos
Cine - Series / Elena Pascual Y José María Clemente

Grandes Éxitos

8 / 10
Luis M. Maínez — 18-02-2023
Fotografía — Frame de vídeo

Dentro de ola de reconocimiento que la música popular de las últimas décadas está viviendo en el último lustro, una que ha puesto sobre la mesa álbumes como “El Madrileño”, que ha rescatado la rumba y la copla o que ha conseguido reivindicar la música latinoamericana tradicional como uno de los grandes pilares de la cultura en español de los siglos XX y XXI, han surgido voces dentro del ecosistema mediático nacional que supieron ver en el imaginario popular de las últimas décadas –apartados de la crítica y, al mismo tiempo, de los productos de masas de los grandes sellos– una referencia con la que entender lo que estaba pasando en el presente. De estos autores, Oro Jondo, que en su libro “Dame Más Gasolina” pergeña el canon de este movimiento, es quizá el que ha sabido ver este fenómeno desde una perspectiva contemporánea más acertada: sin rei-vindicar el pasado por el pasado, mirando a lo que supone a día de hoy.

De su mano, y de la de otra serie de protagonistas de la era dorada de la música de gasolinera, que no es otra cosa que música popular que no es pop, y que podemos fechar de los sesenta a los primeros dosmil, los tres episodios de “Grandes Éxitos: carretera, gasolina y verbena”, el documental musical de Movistar+, repasan un fenómeno autóctono y especial que situó a artistas carismáticos y memorables, alejados de los focos de la fama pero con una presencia indudable en las radios de los coches y en el imaginario de una sociedad como la española que se transformó en la segunda mitad del siglo XX a toda velocidad para ponerse en línea con el resto del mundo occidental pero que no renunció a sus raíces musicales.

De Manolo Escobar a Camela, de Los Chichos a Las Ketchup, muchos de los grandes superventas del país han planteado su carrera en circuitos que, como bien se comenta en el documental, no es que fueran ajenos a la industria musical, sino que formaban una nueva industria. En este sentido, la pega principal que se le puede poner al programa es la ausencia de actores de dentro de la industria, los trabajadores y cazatalentos que hicieron posible un fenómeno que bien merece un bis. Y es que más allá de los artistas, hay un tejido clave para el desarrollo de los mismos que no se suele tener en cuenta.

Los tres episodios de “Grandes Éxitos” son ligeros, amenos y cuentan con un ritmo ágil que convierte en apenas un aperitivo las tres horas que duran. La ausencia de narrador, utilizando únicamente como recursos las voces de los propios protagonistas y de los audios de la época, dotan con un barniz de autenticidad un movimiento que, de hecho, también carecía de narradores, de voces que intermediaran entre los oyentes y los cantantes. Era una relación espacial, más que narrativa, la del público con los artistas que formaron un movimiento al que, últimamente, se la ha brindado el reconocimiento que nadie nunca pensó que tendría.

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