Francisco Nixon entrevista a los responsables de Mongolia
Entrevistas / Mongolia

Francisco Nixon entrevista a los responsables de Mongolia

Francisco Nixon — 30-11-2015
Fotografía — Nadia Tosi

Conocí a Eduardo Galán y Darío Adanti al poco tiempo de llegar a Madrid, hace casi diez años. Edu era un periodista asturiano especializado en crítica de cine que organizaba tertulias de asturianos en Madrid, y gracias al cual conocí a Darío Adanti, dibujante argentino afincado en España y que, junto a Eduardo Bravo y Fernando Rapa, publicaba un fanzine titulado “Viernes Peronistas”, historia del peronismo en clave pop, y germen de la futura Revista Mongolia. Con motivo de la publicación del libro-disco “Mongolia Mix Volumen 3” mantuve una pequeña charla con ambos en una concurrida terraza de Malasaña bajo un sol de invierno.

FRANCISCO NIXON: ¿Cómo surge la idea de este recopilatorio?
EDU GALÁN:
Era una idea que nos venía rondando por la cabeza desde hace tiempo, pero no pensamos en ponerla en práctica hasta que un amigo que trabaja en Universal nos proporcionó el apoyo necesario para llevarla a cabo. Por un lado nos pusimos en contacto con gente cercana: tú, Virginia Rodrigo, Alejo Stivel, Jorge Ilegal, Julián Hernández… Y por otro, a partir del catálogo de Universal, conseguimos nombres cojonudos, como Paul McCartney, Battiato, Julian Cope, o miles que hay ahí. Y sobre todo, muy importante para nosotros, los Monty Python para cerrar el disco.

Se trata de una selección muy ecléctica, ¿está basada en vuestros gustos personales?
DARÍO ADANTI:
Sí, es algo buscado. Tenemos una relación muy directa con la música, y nos hacía ilusión romper esa barrera, que no existe en otras artes, en la que parece que si escuchas muchos géneros diferentes es que no te gusta la música.

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Un poco lo que dice Simon Reynolds, que en el "White Album" tenías "Ob-La-Di, Ob-La-Da" y "Helter Skelter" y luego en los setenta ya tenías a Carpenters y Led Zeppelin. O Pau, de La Habitación Roja, que no entendía por qué si la gente ve todo tipo de películas, no escucha todo tipo de música.
DA:
Lo que queríamos demostrar es que con la edad uno se vuelve más abierto. Si coges el disco puede parecerte muy variado, y alguna gente nos lo dice: “¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?” Pero luego pasa que lo escuchas en casa y te das cuenta que al final uno escucha de todo. Yo creo que nos ha pasado a todos, que ahora puedes escuchar a John Coltrane, luego AC/DC, y luego ABBA ("Gold") sin que te suene raro, y cuando eres joven solo escuchas un determinado estilo.

Cuando eres joven la militancia es lo que te aporta identidad, mientras que de adulto la identidad te la dan tus logros. Una vez realizada la selección musical, ¿cómo os planteasteis la elaboración del libro?
EG:
Lo que se nos ocurrió de arranque fue hacer veintiún retratos, uno por cada canción que hay en el disco, un curro enorme que ha hecho Darío; y a partir de ahí ir desarrollando pequeñas historias, un poco con el tono de la revista.
DA: A nosotros nos gusta la política y la actualidad, pero no es nuestra única obsesión en la vida; también nos gustan otras cosas. Creemos que nuestro estilo de sátira se puede aplicar no solo a la política, sino a todo tipo de cultura.

¿Usáis la gamberrada como instrumento de derribo?
DA:
Sí, y como homenaje.
EG: Como homenaje y como herramienta de análisis. Por ejemplo, usamos la sátira para analizar los tuits de Calamaro. ¿Eso es derribo? Hombre, es derribo porque te ríes con algunos tuits de Calamaro, pero también tiene un punto de homenaje, porque la verdad es que Calamaro nos encanta.
DA: Yo creo que esto lo planteamos desde los primeros números de Mongolia. Por ejemplo, tú puedes atacar a un político porque les estamos pagando para que te hagan una función; pero en el mundo de la cultura no tiene sentido salir a destruir a gente. Por ejemplo, a mí no me gusta Bisbal, pero no quiero destruir a Bisbal, me parecería muy nazi por mi parte decir que Bisbal es una mierda y que lo que escucho yo es lo que mola.

Edu, tú pinchas, ¿no?
DA:
Pinchar en Argentina es follar.
EG: Sí, en Oviedo hubo una época que pinché muchísimo, sobre todo en La Piel Del Tripulante, que tú conoces. Y de vez en cuando pincho en el Cuatro Latas de la calle La Palma, con un amigo mío que se llama Marco, y nos llamamos Marco y El Mono, que yo ya no estoy para pinchar cuatro horas seguidas. Pinchar es un poco comedia porque tienes que hacer que los de enfrente se lo pasen bien. Lo que queremos es que la gente esté muy metida, pero sin caer en los hits habituales, cosa que también hemos intentado hacer en el disco.

Darío, ¿y a ti qué música te gusta? Cuando viniste de Argentina en el 96, te pilló el indie de pleno, ¿no?
DA:
Sí, yo venía de ser jevi hasta los 15 años en el instituto. Luego me pasé al post-punk, que en aquél momento no se llamaba indie, se llamaba “alternativo”, y que era Nick Cave, Joy Division, todo eso. Luego llegaron los Pixies, que me compré el primero en vinilo, lo primero de Sonic Youth, lo primero de Dinosaur Jr., pero que no se llamaba indie. Luego en el 96 ya estaban Hefner o Belle and Sebastian, que ya eran abiertamente indies...

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Y el ambiente de los músicos y los dibujantes estaba muy mezclado, me imagino.
EG:
Se drogaban juntos.
DA: Sí, siempre estaba muy mezclado, pertenezco a una generación, como Mauro Entrialgo u otra gente, en la que el cómic de humor estaba más vinculado al mundo de la música. De hecho yo compartí piso con Juanito y Violeta de Juanita y Los Feos.

¿No están en el recopilatorio?
DA:
No, fue un poco complicado. Ellos se acababan de separar, dieron su último concierto hace poco, y conseguir los permisos era un lío. Yo creo que lo conseguiremos para el próximo recopilatorio.

Bueno, Mongolia tiene otra conexión con la música muy evidente, que es “Mongolia, el Musical”.
EG:
Bueno, es una boutade que nos regaló Javier Coronas porque en ningún momento nadie pensó que nosotros fuéramos a cantar ni a bailar. Nos pareció una cosa divertida como nombre.

Fue como una extensión de las presentaciones de los números de la revista que hacíais en librerías.
DA:
Sí, como presentación era demasiado currado pero como show era demasiado poco currado.

FN: Habladme de las presentaciones del disco.
EG:
Tuvimos una en Madrid, la que estuviste tú, con Virginia Rodrigo y Santiago Segura; otra en Zaragoza, con Ricardo Vicente; y otra en Barcelona, con Buenafuente. Estuvieron muy bien, tal vez faltó un poco que diese tiempo a que la gente conociera el "Mongolia Mix". Voy a hacer otra en Oviedo, el día 23, con Jorge Martínez, en La Piel Del Tripulante. A la gente le gusta y creemos que hablar de música en un tono desenfadado, y que de vez en cuando nos caguemos en los tunos, siempre es agradecido.
DA: A mí los tunos no me disgustan, yo creo que he visto tunos una vez en 20 años, en un viaje a Valladolid, y me gustaron, van como del siglo XVI.
EG: Yo es que es como cuando iba con Maruja Torres e insultó a unas monjas a través de la ventanilla del coche, y yo le dije, “¿¡Pero qué haces!?” y ella me contestó: “Da igual. Me amargaron la infancia”.

¿Proyectos?
EG:
Sacar la revista el 11 de diciembre, una semana más tarde, por las elecciones; Seguir con “Mongolia, el Musical”; y para el año que viene salir con un nuevo espectáculo que estamos preparando duramente que se llamará “Mongolia On Ice”
DA:
Creemos que después de diciembre cambiará todo el panorama, y necesitamos otro show.

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