COMO PEZ EN EL AGUA
Entrevistas / Macaco

COMO PEZ EN EL AGUA

Don Disturbios — 26-10-2001
Fotografía — Archivo

Espigado, fibroso, con una melena desordenada y una mirada chispeante, Dani Macaco es de esas personas que, por mucho que coma, no engorda nunca. Un pura sangre que vive atento al pistoletazo de salida mientras su musculatura, todo nervio, es capaz de transformar en contagioso entusiasmo al más frío de sus interlocutores. Escuchándolo hablar de forma rápida y atropellada, notas como su cerebro bulle en mil direcciones. Pero no te dejes engañar por las apariencias. Más allá de esa tibia dispersión hay una personita que tiene las cosas muy claras. Un macaco que además de parlotear, actúa y que por encima de todo: hace lo que debe hacer. Él, y tan sólo él, dicta las normas de su existencia y le pega un dribling perfecto a la parodia del autoengaño. Si de lo que se trata aquí es de disfrutar que son tres días, pongámonos manos a la obra, porque mañana puede ser ya demasiado tarde. Por eso y sólo por eso, me suelta con una sinceridad pasmosa que el día que no disfrute más con todo este circo lo deja. Por eso y sólo por eso, es capaz de embarcar y embarcarse en mil y un proyectos. Por eso y sólo por eso, es capaz de reconocer a espíritus afines, hermanos, con lo que compartir experiencias.

"El abanico en Macaco es mucho más amplio y no queremos adoptar tan sólo una actitud comprometida, además es muy fácil caer en lo panfletario"

Macaco, La Hermandad Chirusa, La Banda Iónica, Ojos de Brujo... proyectos, ya realidades, que se han forjado bajo ese espíritu amalgamador, callejero, bohemio y franco. Y es que oyéndole hablar uno lo tiene todo mucho más claro. Su corazón es un constante bombeo capaz de ahuyentar los peores fantasmas del desánimo y la gente que lo conoce busca en él esa cautivadora energía, maravillosa, mágica e indispensable para crear. Por eso y sólo por eso él sin sus inseparables Martín, Juanlu, Beto, Carlos, Sebi o Sandro no sería Macaco, pero a la vez y ya embarcados en ese enorme ping pong de las relaciones humanas, ellos no encontrarían el tremendo desparpajo para vociferar historias que no son trascendentes más que por su sencilla e inocente belleza.
Ahora, lejos ya de las historias arrabaleras de "Gacho el peleón" o del "Tío Pedrito" de su primer disco, Dani y sus compinches se han sumergido en las evocadoras y marinas aguas del Mediterráneo para presentar su segundo trabajo “Rumbo submarino” (Edel 01) y deleitarnos con quince canciones que pese a su diferencia en las texturas mantienen un hilo en común... “Hasta este disco no me había currado nunca tanto lo de cantar. En el primero estuvimos muy pendientes con La Hermandad Chirusa de la producción ya que es algo que nos mola mucho y a la vez nos entusiasmábamos hasta liarnos, ya sabes: hostia pues aquí metemos este loop y luego metemos una batería real... y, claro, en ocasiones dábamos en el clavo, pero en otras confundíamos mucho más la canción y ésta perdía parte de su esencia. En éste, sin embargo, hemos procurado que la producción y todos los añadidos electrónicos fueran a favor de la canción”. Lejos quedan atrás esos desarrollos oscuros y progresivos que marcaban los últimos temas de su primer trabajo. Una maraña sonora que ha sido sustituida por cierta melancolía latina y vitalista que se adueña de los surcos de un disco con cierta vocación conceptual que mucho tiene que ver con lo que la mar esconde en sus profundidades... “Hay muchas letras que las he ido haciendo poco a poco durante la gira; otras, en esos momentos en los que estás en casita y te van saliendo poco a poco para ir tomando forma y entonces cuando ya llevaba unas cuantas con referencias al mar es cuando se me ocurrió lo del titulo del álbum “Rumbo submarino” y todo eso. También a lo que se refiere, un poco, es a una manera de hacer las cosas como por debajo y no de cara al exterior. Al igual que sucede con el fondo marino que cuando miras al mar sabes que existe, que está ahí, pero a la vez parece que no esté. Eso mismo sucede con Macaco. La gente, los medios, nos ve, pero no saben lo que hay debajo. No conocen tú método, cómo funcionas, la manera de escoger tus directos, la manera de plantearte lo que quieres y lo que no quieres hacer y eso para mí es lo que vale. Por ejemplo, me han ofrecido hacer mogollón de cosas que he rechazado, cómo ayer mismo que me propusieron hacer un anuncio para una marca de sujetadores y he dicho que no y ya sé que por un lado te cierras puertas pero por otro lado estoy tranquilo porque estoy haciendo las cosas cómo yo quiero”. A partir de aquí la entrevista se descontrola. La pasión con la que habla del proceso de elaboración de los temas abruma por su ausencia de método. Acostumbrado a la improvisación, a la jam, al Sound System, al fraseado rápido y ocurrente y acostumbrado también a estar muy bien arropado por esa amalgama de músicos multidisciplinares afincados en la Ciudad Condal y venidos de distintos puntos del planeta, me narra las peripecias que forman parte de su existencia misma y con las que ha ido forjando las piezas de su nuevo puzzle sonoro. “Hay temas que los hacía con el Martín, otros los hacía yo, otros con el Sebi, otros con el Juanlu o con el Sandro. Un poco así, cómo iba saliendo. Si tenía una letrilla, me iba a casa del Juanlu y él se ponía a tocar y yo a cantar y a lo mejor de repente nos decíamos: ¡Ala!. Eso mola mogollón, grábalo, grábalo. Sacabas el cassette y lo grabábamos sin ninguna premeditación...”. Y es esa autarquía la esencia misma del estilo, la razón misma de la fusión y de la mezcla, es decir, del mestizaje. Un terreno en el que Dani Macaco ha logrado imponer sus propias normas. Un hueco sin duda merecido y que, con este nuevo trabajo, conseguirá definir con mayor precisión al haber limitado, bajo parámetros más sutiles, los componentes electrónicos del tema en su combinación con la esencia latin-ragga del mismo. Pero ya que hablamos, y sin ningún rubor ni complejo de mestizaje, no podemos obviar otra de sus características básicas. Naturalmente me estoy refiriendo a ese ‘buen rollito’ que da lugar a múltiples colaboraciones. Un transito de músicos colegas dispuestos a dejar su huella en discos ajenos y que, cómo es lógico, no fue una excepción en su primer trabajo “El mono en el ojo del tigre” (Edel 99), donde entre otros teníamos a Amparo, Robert Trujillo, Joan Dusminguet, Mucho Mu, Dani Nel.lo... y que tampoco lo ha sido en esta segunda entrega donde repiten Muñeco (algo más que el simple percusionista de Amparanoia, y que conoce a Dani de su paso por Doctor No, su anterior banda en la que también estaba Sebi su bajista). “Pues “La Burbuja” es un tema que a mí me parece superguapo ya que es un bolero al que le hemos dado con los soniditos un toque así más de dub y lo hice con el Muñeco que grabó casi todos los instrumentos, el piano, el bongo y cuando terminamos ya lo tenía muy claro. ¡Hostia! Éste va para el disco...”. También tenemos habituales más próximos como el Ramón y Juanlu de Ojos de Brujo o el José Alberto, trompetista de Amparanoia. Pero centrémonos en lo más interesante de la lista y dejemos que sea el propio Dani quién nos lo explique. “Me apetecía buscar a gente que me gustara mucho y que se adecuara al estilo de cada uno de los temas, como por ejemplo Lenine. Resulta que vino a tocar al Festival de la Mar de Músicas y preguntó por grupos de aquí y los del festival le recomendaron a Macaco. Se ve que el tío nos escuchó y al volver a Brasil en una entrevista comentó que le gustábamos, y fíjate lo que son las casualidades de la vida que la madre del Sandro leyó la entrevista y llamó a su hijo diciéndoselo. Así que nos dijimos: vamos a enviarle un mail a ver si le apetece tocar y resulta que nos dijo que sí y teníamos un tema "La máquina del tiempo" que es uno que empieza así como más funkera y luego pasa más a reggae. Se lo envi

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