Secundarios de lujo
Discos / Todos Los Fuegos

Secundarios de lujo

7 / 10
Kepa Arbizu — 13-09-2017
Empresa — Autoeditado
Género — Pop-Rock

“Secundarios de lujo” es el segundo paso corto -por aquello de la extensión del formato- realizado por el cuarteto bilbaíno Todos Los Fuegos. Bajo una portada que ahonda en ese cariz cinematográfico, nos presentan su nuevo breve EP, con tres canciones que se suman, y completan, las ofrecidas en su anterior “Claquette”. La disminución en cuanto al número de temas grabados respecto a aquel, hace que todavía se haga más patente, a pesar de mantener prácticamente intactas sus señas de identidad, una mayor precisión a la hora de presentarlas. Algo en buena medida posible a la enfatización de su lado más rock, lo que conlleva un incremento de crudeza y concisión, acentuando así esa propuesta ya conocida de expresarse bajo un tono épico y trascendente sin señales de sobreactuación.

El origen “cortazariano” de la denominación del grupo, además de mostrarse como una decisión de lo más acertada por el empaque que les confiere, también se vislumbra como una declaración de principios respecto al esfuerzo que invierten en crear unos textos, que en esta ocasión también se adentran en el euskera, de potente contenido lírico. En un trabajo que parece mostrarse como algo similar a un tríptico alrededor de otros tantos apasionados sentimientos, ese fluido y óptimo manejo del lenguaje logra escenificar un pleno entendimiento, y consiguiente retroalimentación, con el intenso aspecto musical empleado.

Estilísticamente más homogénea que su primera referencia, sin embargo cada una de las canciones ostenta su propia personalidad, marcada eso sí por criterios comunes alrededor de ese -cada vez más- rock dramatizado que en algunos orígenes nos podría remitir a Bunbury, aunque sin su ampulosidad, o a unos Elefantes más crudos, pero que desemboca en paralelo a bandas del tipo de Egon Soda. “Problemas” es la primera del lote, y en la que más relevancia alcanza una base rítmica insistente. Contundentemente inquietante en su ambientación, en lo que colabora una peculiar forma de cantar, es además rica en descarnadas imágenes literarias . Más desnuda es la estructura de “Denbora”, que también se presenta como la más “americana” y donde el asunto idiomático podría llegar incluso a situarla con puntos comunes al cancionero de intérpretes como Rafa Rueda o Petti. “Obsesión compulsión”, haciendo honor a su titulo, representa la cara más eléctrica y ruidosa, reproduciendo todo un tejido de densas y rotundas guitarras.

Va siendo hora, o por lo menos a uno le surge esa impaciencia, de que los pequeños pasos dados hasta este momento por Todos Los Fuegos tengan su culminación en un trabajo de mayor extensión. Resulta a priori interesante imaginar esa intensa, pero a su modo controlada, épica , que en pequeños tragos tan bien les funciona, en un contexto donde poder explayarla y hacerla crecer a base de matices.

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