Muy bien. Pavement se
reúnen después de muchos años y ese se convierte en el acontecimiento indie del año. De eso se habla en todos lados,
hierven los foros, se agotan entradas. Muy bien. Pues aquí tenemos, sirva esa
reunión de contexto, el primer disco en solitario (al margen de sus trabajos
con la Preston Shool Of Industry) de, con permiso de Stephen Malkmus, su otra
cabeza visible, el guitarrista Scott Kannberg. “The Real Feel” es, leo por ahí, un disco terapéutico que
Spiral (al parecer nadie lo llama por su nombre de pila) escribió para quitarse
de encima un divorcio de mierda. Siempre hubo un corazoncito country en
Pavement y este no tarda en aflorar en la piedra angular de este maravilloso
disco, la estupenda “Call The Ceasefire”, más de seis minutos de fusión
perfecta entre los excesos indie rockeros y la sensibilidad country (con ese uso del pedal steel psicodélico), entre el arrebato
melodramático (el piano el tercio final del canción) y pop acústico (brillan
las guitarras en este disco de guitarrista estrella). “The Real Feel” es, al margen de esa monumental canción,
un disco con garra, acaso genial, lleno de contundentes hallazgos inesperados
que muestran un gran conocimiento, un profundo amor por la tradición. Pero no
todo es garra y mala leche en este disco de separaciones chungas. Hay momentos
de bajón, de calma y belleza cándida (pocos, en realidad, para tratarse de un
disco sobre una ruptura): ahí están el ritmo cansino y ese aire como un Ry
Cooder lo-fi de la estupenda
“Wharf-Hand Blues” o la más que creíble tristeza de “Blood Money” (dónde
reaparece la profundidad de un pedal steel como hacía tiempo que no escuchábamos en un disco) y en cuyos ocho
minutos hay más contenido que en la mayoría de los discos “buenos” de este año.
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