EVENIFUDONTBELIEVE
Discos / Rustie

EVENIFUDONTBELIEVE

8 / 10
Daniel Mesa — 18-11-2015
Empresa — Warp
Género — Electrónica

En los últimos meses y coincidiendo con su gira por USA, el productor escocés ha estado flirteando con las redes sociales, en las que hasta el momento se había mostrado casi ausente. En este tiempo, no solo ha compartido con sus fans experiencias personales, artículos sobre metafísica o imágenes del universo, sino también nuevos sonidos y revisiones de algunos de sus temas. Su última y más significante pronunciación ha consistido en desvelar su tercer trabajo, el sobresaliente y ‘trallero’ "EVENIFUDONTBELIEVE", sin protocolos de lanzamiento ni campaña previa. Y podemos decir que Russell Whyte no solo se supera en estos quince cortes, sino que logra erigirse como la voz más personal de la última hornada de productores británicos. Si el año pasado ya despuntaba en el horizonte sonoro con ‘Green Language’ –inspirado según el propio artista en la música de videojuegos–, esta vez el niño mimado de Warp vuelve con los sintes afilados en un álbum que no solo destaca en cuanto a factura y producción, sino que corrobora lo previsible: Rustie se ha hecho con el trono del UK Garage. A medio camino entre el wonky, el street bass y el dance, el de Glasgow despliega para este largo toda la maquinaria con la que logra construirse un universo personal donde la música de club deja de competir con la experimentación para hacerla aliada, y que le sirve para distanciarse de las complacientes propuestas que nos llegan últimamente de otros nombres de la escena como Zomby o Hudson Mohawke.

Basta para darse buena cuenta de ello con darle al play a “Coral Elixrr”, primer track del disco, donde un solo de guitarra imposible y una amalgama de sintes capeados hacen las veces de carta de presentación de un álbum que pasa con suma inteligencia de la euforia futurista ochentera a la introspección más grandilocuente –“Opean Heartzz” podría ser la pista perdida del Virgins de Tim Hecker–. Un subidón de éxtasis de 47 minutos (atentos al bombo contagioso de “What U Mean” o a los incendiarios beats de “Coral Castlez” y “Atlantean Airship”) idóneo para sonar de fondo de un rito iniciático en una discoteca en Marte. Es difícil escuchar los quince cortes de seguido sin sentir como el fuego empieza a arderte los pies y te empuja a bailar al compás de los arpegios tranceros de “First Mynthz” o de los teclados cósmicos de “Death Bliss”. Y es que este y no otro parece ser el objetivo de EVENIFUDONTBELIEVE; convertirse en el remedio definitivo contra la monótona existencia del ser humano. Por mí, que empiece la rave.

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