"Machine Messiah" no va entrar en el Olimpo de Sepultura, pero tampoco es un disco más. Tiene un concepto claro y tiene pasión. Junto con "Kairos" recoge los mejores momentos del grupo desde que Andreas Kisser y Paulo Jr. cogieron las riendas. También es en el que más y mejor toma personalidad la voz de Derrick Green, sobre todo en el corte que abre y pone nombre al disco. "I Am The Enemy" y "Vandal Nest" son de largo los mejores momentos. En ellos, la formación se mantiene firme en su sitio con caña burra de verdad.
Técnicamente impecable, el álbum encuentra su alma en temas con trasfondo de raíces como "Phantom Self", pero el nombre de Sepultura en portada es una losa muy grande. En derecho, recusación es el acto procesal que tiene por objeto impugnar legítimamente la actuación de un juez en un proceso, y es aquello a lo que cualquier fan del metal se quiere acoger desde hace dos décadas cuando le preguntan: ‘¿Qué tal el nuevo disco de Sepultura?’.
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