Partamos de la base que “Los momentos” es un muy buen disco de pop electrónico con un marcado sello de autor. Un álbum que podría hacer la delicias a los fans más prejuiciosos de Javiera Mena si la falsa aureola de comercialidad no se hubiera instalado de forma injusta en la figura de Julieta Venegas. Una acusación cicatera más basada en las amistades peligrosas de la artista (Coti, Nelly Furtado, Paulina Rubio...) que en los escasos –los ha habido- escarceos de la artista mexicana en el pop facilón para las masas.
Julieta nunca ha sido una artista al uso. Ni siquiera cuando se revestía de ese toque más naïf en un álbum como “Sí”, o abrazaba un lenguaje más popular en “Limón y sal”, se puede afirmar que lo suyo no tuviera ese toque diferencial. Por eso provoca tanto rechazo en la gente que no conecta con su forma de cantar, con ese dulce arrastre de las notas o simplemente no soporta el fuerte contenido digamos romántico de sus letras.
A todos ellos les pido que se dejen llevar por temas tan rotundos como ese “Vuelve” que analiza con sabiduría la situación de su país, recomendando a un amigo que regrese del extranjero. Una joya que vale por todo un disco, aunque no está sola. “Te vi” tiene un estribillo arrebatador; “¿Por qué?” un flow que te atrapa; “Nada Importante” recuerda a los Mecano más pizpiretos e inocentones; “Tuve para dar” es absolutamente contagiosa y “Los momentos” –la canción- con ese aire atormentado de los boleros es otra maravilla que me tiene cautivado. Y francamente, no lo esperaba. Lástima que algún resbalón (“Nada importante”, “Verte otra vez” o “No creí”) lastren el ritmo y le resten un poco de nota al álbum.
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