Seguramente Jason Robert Quever se sentiría bastante identificado con Justo Gallego Martínez, ese hombre que, todo voluntad, se ha empeñado en levantar una catedral en Mejorada del Campo construida con sus propias manos a partir del material de derribo de que buenamente iba disponiendo. Como aquel, el hombre detrás de Papercuts lleva a la chita callando lleva quince años, seis discos ya, construyendo un homenaje a los Beach Boys y el pop sinfónico de los sesenta que no hace tanto hasta le trajo de gira por nuestro país. Presentaba entonces su obra cumbre hasta la fecha un “Fading Away” (Sub Pop, 2011) que muy inteligentemente se confiaba al reverb para encubrir otro tipo de carencias. Una triquiñuela de la que no le habría venido mal echar mano en “Life Among The Savages”, excesivamente confiado en la virtud de unas canciones simplemente correctas y unos arreglos pseudo-orquestales que revelan la precariedad de la producción.
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