La fortaleza de la soledad
Discos / Parade

La fortaleza de la soledad

9 / 10
Xavi Sánchez Pons — 28-09-2009
Empresa — Jabalina
Género — Pop
Fotografía — Archivo

Siempre que pienso en Antonio Galván me lo imagino como un Stephin Merritt educado e algo inocente, luminoso y abstemio, pero con el mismo talento. También pienso en una especie de Clark Kent metido a músico que para ser Superman y demostrar quién es de verdad, tiene que
echar mano de su traje de superhéroe. En el caso de Galván, de Parade y de toda la retahíla de teclados y demás instrumentos que pueblan sus discos. “La fortaleza de la soledad" pone fácil el símil con el héroe de cómic creado en los años treinta por Joe Shuster y Jerry Siegel, y de paso, también pone fácil rendirse ante la evidencia de que el murciano vuelve a volar alto en su nueva entrega.

Más suelto que nunca y sin traicionar para nada el espíritu inconfundible de su pop de cámara para el que las palabras bonito y emocionante se quedan cortas, Galván, en canciones como “Stephen Hawking”, “Proyecto Genoma” o “El astrónomo melancólico”, se atreve con el glam de Bowie, la herencia de Brian Wilson más de juguete y la sombra siempre alargada de Phil Spector. Del quinto disco del murciano también cabe destacar de forma especial tres canciones divididas en diversas partes que bajo el nombre de “Rainbows Avenue I, II y III” recuperan el espíritu del inolvidable “Señor Azul” de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán, canción versionada por Parade en sus inicios, una divertida ensoñación dedicada a Dylan bautizada como “El aerolito Dylan”,  y una sentida versión del "Your Wonderful Parade" de The Carpenters que sirve de excelente colofón para un disco de traca.

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