Si buscáramos en un diccionario la palabra rock and roll, debería salir una imagen de este anciano de 71 años. En una sola uña de la mano tiene más talento actitud que el 90% de bandas de rock actuales. Eso es así. Si Keith Richards no existiera habría que inventarlo.
Contrapeso rockero a Mick Jagger en The Rolling Stones, en solitario Keith sigue siendo el mismo, cosa que Mick y su volátil carrera no pueden decir. Keith es un pirata y jamas dejara de serlo. Mick vive pendiente del futuro, Keith del pasado. 23 años para tener música nueva suya. Un disco más acústico, más blues. Pero con ese aroma añejo y autentico de siempre en él. Desde la inicial y conmovedora “Crosseyed Heart” a la final y maravillosa “Lover’s Plea” Keith dice más que muchos, toca mejor que nunca, su inconfundible manera de tocar y de no tocar es y será siempre sublime. Blues, gospel, soul y rock, de eso no faltara nunca.
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