Demasiadas luces alrededor pueden cegar hasta al músico que tenga más los pies en el suelo. En “Una Nueva Psicodelia”, Joaquín Pascual habla de la vuelta a la realidad, a volver a sentir las cosas y a encontrar respuestas calmadas a una realidad que a veces va más deprisa de lo que percibimos. Ese es el hilo argumental de su cuarto trabajo en solitario.
Grabado en casa junto a su hija Ángela y a algunos buenos amigos como José María Castillo (Travolta), Enrique Borrajeros y Mario Zamora (Cachalote), ha contado con la siempre inspiradora mano de Paco Loco en las mezclas y algunas guitarras. Nueve canciones sencillas, sin alardes instrumentales pero con muchas historias que contar y dos pequeños himnos de andar por casa: “Una Nueva Psicodelia” y “Maridos”, con un estribillo muy en la línea de Mercromina y unas texturas sintéticas que abrazan una melodía monocorde realmente interesante. Las capas de sintetizadores son las verdaderas protagonistas (un terreno en el que Pascual siempre ha sido muy activo), y son la base de temas como “El secuestro de JP” , “El Misionero” o la épica “Alguien tiene que hacer algo”.
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