Honey
Discos / Katy B.

Honey

7 / 10
Álex Jerez — 26-04-2016
Empresa — EMI / Virgin
Género — R’N’B

“Honey” muestra todo lo que es a día de hoy Katy B, pero no lo que podría llegar a ser. Desde que saliera a la luz con un fresco y adictivo debut, a Kathleen Brien siempre le ha gustado pisar sobre seguro y vivir el presente. Sus riesgos se inclinan únicamente a una estrategia de mercado que le posicione entre las grandes figuras británicas del momento. Lo intentó llenándose de hits poperos en “Little Red”, su segundo largo. Y finalmente, lo consiguió con “Turn The Music Louder (Rumble)”. Tema en el que se unió a Tinie Tempah (niño mimado de UK) para reinterpretar el hit dance de KDA y alcanzar así su primer número uno en ventas en Reino Unido.

Quieras o no, este éxito te influye. Y no lo planteamos como algo negativo, cada uno tiene sus propias ambiciones. Además, su tercer largo llevaba moviéndose por su cabecita desde hace un par de años. Pero, partiendo de la gran idea inicial que planteaba “Honey”, se nos ha quedado un poco pequeño el resultado final. Un álbum en el que cada canción se entregaba a un productor para que jugara con total libertad con los temas. Una relación con un equipo de lujo que llevaba a construir trece perlas preciosas en total. Aunque el contacto con la mayoría de ellos fuera frío y por mail como comentó la artista recientemente.

El tercer largo de Katy B manosea todos los géneros que rodean sus raíces y definen ciertas tendencias del mercado británico actual. Brien entrega esta etapa a la vida nocturna, a todas las referencias que ha visto arrasar en la pista de baile. Y si empezamos por la línea más dance del disco qué mejor que acudir a ese corte noventero que es “I Wanna Be” junto a Chris Lorenzo. Uno de los temas que representan ese lado clubbing que hizo que nos engancháramos a Brien años atrás. Ese animal electrónico y nocturno que sale con los colegas a entregarse a lo que se tercie sin pensar en consecuencias. Ese grupo de amigos inseparables a los que les dedica “Dreamers”. El corte más garage del disco en el que Hannah Wants maneja la producción y termina siendo la protagonista.

En “Calm Down” encontramos la propuesta más interesante del proyecto. Junto a Floating Points y Four Tet en la producción, Katy B saca el lado más jazz-funk de los beats creando un corte bastante atrevido. Que, sin embargo, aún así nos deja a medias. Ya que claramente mantener la esencia y el sonido de Katy, en la actualidad, tiene un precio. Y este consiste en reducir la experimentación hasta una dosis minúscula. Algo parecido pasa cuando escuchas “Who I Am” y te aseguran que cuenta con Major Lazer en la producción. Un tema con el que rescata a Craig David para hablar de su ex novio, de la pérdida más allá de la persona (Katy tenía un grupo con él al que tuvo que renunciar tras la ruptura) y saca su lado más emo. Además, de camino, se monta el baladón del disco con espíritu R’n’B capaz de seguir la línea más comercial de su anterior largo.

Y es que hay una parte de “Honey” llena de nostalgia, dolor y soledad. Si algo sabemos de Kathleen es que cada álbum retrata su presente y su forma de vivirlo. Durante la composición de este disco, comentó en algunas entrevistas que sintió como la muerte de su hermano en 2014 marcaba algunas de las canciones más representativas del álbum. Y, en especial, ese “Honey Outro” donde se desnuda y cierra etapa. Lo que podría haber sido un regreso al espíritu innovador y a la chica curiosa que nos enamoró. Ha acabado convirtiéndose en un disco que se queda a medias. Que, por un lado, machaca algunos recursos que trabajó en su segundo proyecto para alcanzar un público más amplio. Y, por el otro, recurre a un equipo que nos dio esperanzas y nos regaló una ilusión que no terminó haciéndose realidad. Por lo tanto, seguimos sin saber lo que nos deparará el futuro de Brien. Así que, mantengamos la esperanza todo lo que se pueda.

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