Hay infinitas formas de experimentar con el sonido y dar rienda suelta a la creatividad. Y, aunque una de las formas más reconocidas y valoradas sea el lanzar un disco con composiciones propias, debemos reconocer y no dejar de lado otras vías de expresión como el hecho de tomar canciones ajenas para revivirlas y versionarlas.
Tras su primer encuentro en 2015 en un tributo a Lee Hazlewood, donde ambos interpretaron a modo de dúo la canción “Some Velvet Morning”, Matthew E. White y Flo Morrissey decidieron poner en común su talento y trabajar en un proyecto conjunto, del que nace un disco en el que ambos artistas apuestas por la diversión. Lo hacen con un repertorio un tanto ecléctico formado por diez covers que van de artistas actuales como Frank Ocean y James Blake a clásicos como Leonard Cohen.
La combinación de estos elementos da como resultado una propuesta fresca y elegante, donde el tándem formado por Flo Morrissey y Matthew E. White, acompañados instrumentalmente por la banda Spacebomb, consigue pasar cada una de las canciones por su filtro personal. Un embudo que se caracteriza por sus suaves matices, sus tempos relajados y por el diálogo fluido y constante entre la delicada y angelical voz folk de la británica y la voz rota y muy cercana al blues del de Virginia. Un filtro que encuentra su punto álgido en “Grease”, una versión arriesgada y más que acertada por parte del dúo.
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