Pop Voodoo
Discos / Black Grape

Pop Voodoo

7 / 10
Raúl Julián — 28-08-2017
Empresa — MCA/Universal
Género — Rock

Fue allá por 1995 cuando Shaun Ryder decidió fundar Black Grape, después de que Happy Mondays hubiesen dilapidado sus activos entre drogas y excesos de todo tipo, dejando para la historia algunos discos tan míticos dentro del sonido Madchester como “Pills 'n' Thrills And Bellyaches” (Factory, 90). Para esa nueva aventura, el vocalista reclutó entre otros a Paul "Kermit" Leveridge, Bez -mediático bailarín de los Mondays- o Carl "Psycho" McCarthy. Juntos debutaron con un disco tan práctico como fue “It's Great When You're Straight...Yeah” (Radioactive, 95), ampliamente hedonista, algo desfasado, y más que valido para enlazar de una u otra manera con la apoteosis del Britpop (y aprovechar así el rebufo de su éxito). Dos años más tarde y ya en peor momento llegaría una obra menor con el explícito título de “Stupid, Stupid, Stupid” (Radioactive, 97), y tras él la desaparición del grupo.

Veinte años después, Ryder y “Kermit” recuperan el proyecto con un trabajo en firme y capaz de cumplir sobradamente con unas expectativas que, a estas alturas, seguramente fuesen moderadas. Pero resulta que “Pop Voodoo” (Universal, 17) es justo lo que cabría esperar del regreso de estos gamberros incapaces de madurar, agrupando un compendio de canciones atractivas y pegadizas que se suceden casi de manera ininterrumpida hasta que el disco llega a su fin. Y es entonces cuando surge el deseo de reiniciar el álbum, para darle otra vuelta y recrearse despreocupadamente con los irresistibles estribillos que contiene. Señal inequívoca de que los británicos han logrado su objetivo: amenizar la fiesta con soltura y sin bajones preocupantes de intensidad.

Un trabajo donde los estilos se entremezclan en pos de la verticalidad y eficiencia del conjunto, apostando por incluir hip hop, electrónica, una miaja de jungle y algo de rock, y envolviendo la mezcla en un ramalazo funky contemporáneo que de algún modo otorga aspecto global a la obra. Los ingleses mantienen así el mojo y la agresividad sonora a la hora de incitar al baile, lucir algo hooligans o incitar al consumo en canciones como “Everything You Know Is Wrong (Intro)”, “String Theory”, “Nine Lives”, “Set The Grass On Fire” o “I Wanna Be Like You”. Personalidad intacta para facturar el contenido esperado y además con buen nivel, en un retorno que celebrar y ante el que cabe objetar más bien poco.

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