Cosmic Lexicon
Discos / Atom Rhumba

Cosmic Lexicon

8 / 10
Kepa Arbizu — 09-02-2018
Empresa — El Segell
Género — Rock

Que Atom Rhumba es una banda de intensa y genial particularidad incluso se demuestra en que después de siete años sin noticias de ellos, desde aquel “Gargantuan Melee”, su vuelta a la escena ha sido acogida por sus seguidores y por aquellos rastreadores de jugosas novedades de una manera altamente ilusionada. Ni qué decir tiene que ese largo lapso de tiempo entre grabaciones ni mucho menos ha menoscabado las características ni el incalculable potencial del siempre agitado combo vasco. Están aquí de nuevo, y el espíritu rugiente que siempre les acompaña ya ha comenzado a retumbar por todos los rincones...

En lo que se puede considerar como una tradición en su forma cambiante de presentarse, la formación, con Rober! como elemento estable desde su creación y la presencia veterana del multiforme guitarrista Joseba Irazoki, aparece completada por la novedosa presencia de otros dos brillantes instrumentistas como son Félix Buff, a la batería, y Jaime Nieto al bajo. Una alineación de esas que ya predispone a pensar que nada puede salir mal. Y evidentemente así es, sobre todo si a esa estructura añadimos una pieza -curiosamente estable- como es la del afamado y brillante productor Kaki Arkarazo, que nuevamente se pone al servicio de esta visceral turbina de rock and roll y múltiples y frenéticos derivados.

Nada hay en este “Cosmic Lexicon” que al conocedor del grupo le pueda sonar extraño, aunque igualmente posee ciertos matices que le hacen arrogarse un perfil identificativo. Lo más llamativo conecta con esa apuesta por la realización de composiciones que ponen el acento en desarrollar con más ahínco su ambientación y/o atmósfera, decantándose por insinuar, siempre bajo unos rasgos de innegable crudeza, antes que por golpear. No menos llamativo puede resultar, en otro plano, la aparición del castellano como idioma vehicular de algunas canciones. En definitiva, detalles que se suman al modus operandi lógico de los “rhumberos”.

Que encontremos en líneas generales una (relativa) mayor dedicación a lo largo del álbum orientada a dejar respirar a los temas no supone ni mucho menos que asistamos a ningún tipo de relajación ni pérdida de nervio. Si a alguien le asalta esa ocurrencia que escuche el garaje desbocado y primitivo de “Voy cableado” , el directo y nítido punk-rock ‘n’ roll que transpira “You’re the Only Story”, con elegante tramo final instrumental, o la trepidante “Fat Jackson”, interpretada con malsano infantilismo dentro de esa camaleónica forma de cantar que ostenta Rober!. Tres piezas que reflejan al mismo tiempo la ya histórica variedad que adorna a la banda como su capacidad para prender la chispa con pasmosa facilidad.

A los citados ejemplos de arrebatos sonoros se le va a sumar todo un extenso y excitante catálogo de contextos musicales, tejiendo esa poliédrica visión consustancial a la formación. Las cortantes y majestuosas guitarras guiarán el camino de una sugerente “The Sea in You”, tomando el espíritu mostrado por The Scientists y demás representantes originarios de Australia, e incluso se aliarán, a modo de antítesis, con esa melodía vocal sesentera y plácidamente psicodélica que contiene “Tumba Gris”. No dejarán de chirriar las seis cuerdas para conformar el espacial e hipnótico garaje-rock, a lo Sex Museum, de “Pompas de sangre y miel”. Parajes de ensoñación que toman su actitud más popera, y a la vez bella y romántica, en “Tejedor de misterios”, con letra de Nacho Vegas.

Otro de esos espectros genéricos, o multigenéricos, en los que siempre solemos encontrar al grupo vasco es en esa adaptación sucia y profunda de los ritmos negros, teniendo en cuenta por supuesto que parte de su armazón rítmico, en múltiples situaciones, proviene directamente de esa herencia, y su nuevo disco no es una excepción a ese respecto. Con enigmático pero contundente paso “Miss Riot” -esta vez con la aportación escritora del líder de The Cubical Dan Wilson- se cuela entre esos derroteros. Igual de sigilosa comienza una “Red Turning Blue” que sin embargo emergerá con contenida épica en un magistral medio tiempo que puede remitir a las maneras de unos Oblivians/Reigning Sound. “Organised Man Blues” representará, en este ámbito, la manifestación más huracanada, a medio camino entre Captain Beefheart y Jon Spencer Blues Explosion.

Atom Rhumba no vive supeditado a la dictadura del tiempo ni mucho menos a la de la sobreexposición. Sus ritmos de publicación vienen marcados únicamente por el componente artístico, y “Cosmic Lexicon” es una demostración palmaria de ello. Su llegada, muy esperada, significa otra exhibición de genial y heterodoxa intensidad que en esta ocasión además ha incluido una escenificación más ambiental, incluso cinematográfica por momentos, que les sitúa tan viscerales como siempre más sugerentes que nunca.

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