La megalomanía de Depeche Mode los guía al Olímpo musical
Conciertos / Depeche Mode

La megalomanía de Depeche Mode los guía al Olímpo musical

7 / 10
Luis J. Menéndez — 16-11-2009
Empresa — Gamerco
Sala — Palacio de Deportes de la C. de Madrid
Fotografía — Alfredo Arias

La primera de las dos noches de conciertos con los que el Tour Of The Universe recala en Madrid se saldó, como no podía ser de otra forma, con un baño de masas y un triunfo que, por otra parte, estaba asegurado desde el comienzo

Un comienzo que en realidad correspondió a los Soulsavers, más “salvadores del soul” que nunca con Mark Lanegan secundado por dos guitarras, teclados, bajo, batería y dos coristas que dan que pensar si son necesarias tantas alforjas para tan corto (e intrascendente) viaje.

La respuesta la dieron treinta minutos más tarde unos Depeche Mode reconvertidos a quinteto y a los que hasta les sobra Andy Fletcher. No deja de sorprender el ostracismo al que ¿se ha sometido? ¿le han sometido? al ahora orondo teclista, que incluso se permitió picotear algo de comida entre tema y tema y cuya labor sobre el escenario se reduce a balancearse en su posición a un par de metros de sus sintes y lanzar los brazos al aire con bien poca gracia -para eso cuenta con un “negro” que toca todo lo que él no sabe o no está dispuesto a tocar-.

Poco importa, visto el increíble estado de forma de unos Martin Gore y (sobre todo) Dave Gahan que parecen haber pactado con el diablo y agradecen la presencia escénica de un batería de esos que sacuden fuerte. Arrancó el concierto con la triada que viene siendo habitual en este tour, “In Chains”, “Wrong” y “Hole To Feed” con los que  se despidieron casi por completo de su último álbum para embarcarse en una reinterpretación rockista  de temas como “Walking In My Shoe “, “A Question of Time “ o “World In My Eyes” y Gore en una posición de guitar hero que abandonó  sólo en puntos de inflexión, como a la hora de interpretar la preciosa “Home”.

Con una escenografía que combinaba la realización en directo con clips seleccionados para los momentos álgidos, se lanzaron a una recta final en la que encadenaron entre el fervor popular “I Feel You”, “Enjoy The Silence” (en una versión cuasi-funk, que Gore se encargó de alargar más de la cuenta a base de wah-wah) y “Never Let Me Down”. En el único bis, vuelta a empezar: “One Caress” y “Stripped”, pagando la cuta con el pasado, para volver al delirio, el pie de micro por los aires y las carreritas por el escenario con “Behind The Wheel” y “Personal Jesús”. Y en ese momento, viendo a un extasiado Dave Gahan en medio de la locura general, me pregunto si Depeche Mode no han acabado en su defensa de la megalomanía rock por convertirse veinte años después en lo que Queen fueron en la década los ochenta, con su cantante transmutado en Freddy Mercury de la generación postpunk. Lo cual puede ser todo lo bueno o malo que se quiera en función del color del cristal con el que se mire…

2 comentarios
  1. ¿Porqué no se habla sobre la voz cascada que tenia Gahan? Destrozó canciones como Precious y Enjoy the Silence, donde utilizó continuamente al público para cantar los estribillos más agudos... Era evidente que necesitaba una semanita de reposo. Eso si, en escenografía un 10!

  2. BION I'm imsdesper! Cool post!

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