L.A., celebrando metas

Entre la agenda de conciertos de este mes, el suyo llamaba especialmente la atención. L.A. publicaron en abril el EP “SLNT FLM”, pero tras una serie de pequeños showcases desaparecieron. Este año, en su horizonte estaba tocar en el SXSW de Austin (Estados Unidos), en el Canadian Music Week de Toronto o en el festival de Reading (Reino Unido) y girar por México durante este último mes.
Su reciente publicación del DVD “Live at the movies”, en el que se encuentra la grabación en directo de este último trabajo, hubiera sido, tal y como se intuía, una buena excusa para que por estas fechas tuvieran sentido algunos conciertos. Pero, como confesaba su guitarrista Pep Mulet para Mondosonoro minutos antes de su bolo en El Sol, Madrid es casi más su casa que cualquier otro sitio y la cita de anoche, además de ser única y puntual, tenía más de broche final a un gran año que de evento promocional.
Se notaba. A pesar de que la ocasión prometía sacar su lado más rockero, en los primeros pasos del grupo por el escenario se respiraba el respeto contenido de las ocasiones importantes. Pero la entrega del público desde el primer acorde de la noche (“Over and over”) llegaba a tal punto que en “Hands”, el segundo tema, dejaban el estribillo a cargo de sus seguidores.
Como era de esperar también se notó el rodaje de este último año. Despuntó “Stop de clocks”, contrapunto perfecto para una “Elizabeth”, que Lluis Albert Segura había entonado minutos antes a solas con su guitarra, logrando uno de los momentos más íntimos del concierto.

L.A. fue, es y será un grupo de directo, pero ahora, además de llevar a la más alta ebullición la mezcla entre el pop y el rock americano que tienen sus grabaciones, incorporan la complicidad de un año lleno de kilómetros y añaden la espontaneidad que surge cuando, tras cruzar el charco, se descubre que las pruebas de sonido no existen. Si hubiera que ponerles alguna pega, y precisamente en una ocasión como la de anoche, es que no dejaran en ningún momento de tomárselo tan en serio.
“Suddenly”, “una canción que no conoce nadie” como explicó el propio Segura, se convirtió en esa propina que es el segundo bis y en el cierre de su 2012. También en la promesa de que su próximo disco volverá cargado de melodías emocionantes. Como mínimo habrá que esperar a la próxima primavera, y la cita volverá a brillar en la agenda.