Noche con brío
Conciertos / Kokoshca

Noche con brío

8 / 10
Guillermo Chaparro Terleira — 03-03-2017
Empresa — Sonido Muchacho
Fecha — 24 febrero, 2017
Sala — El Sol, Madrid
Fotografía — Guillermo Chaparro Terleira

Pasarán los años y siempre se repetirá la misma dinámica. En toda "escena" (por llamarlo de algún modo) siempre habrá grupos y artistas que se etiqueten como representantes y se lleven el éxito mayoritario (justa o injustamente); y también habrá una segunda fila de grupos que, eclipsados por los anteriores, parecen estar en un continuo "A ver si lo petan pronto". Y suele darse el caso de que en este último grupo se cuelen bandas que perfectamente podrían pertenecer a los primeros pero que por h o por b (promoción, popularidad, prensa,...) no logran pasar la frontera, quedándose para muchos como incomprendidos o, en términos cinematográficos, secundarios de lujo. Mujeres y, especialmente, Kokoshca son un claro ejemplo de este repetitivo fenómeno, como evidencian los últimos trabajos de ambos, sólidos y contundentes, acordes con el concierto lleno de ese brío capaz de conquistar cualquier espacio y tiempo que les caracteriza y que demostraron el pasado viernes en la sala El Sol de Madrid pese a las dificultades técnicas.

Mujeres tomaban el escenario en primer lugar. Los de Barcelona, como sus canciones, no se andan con medias tintas y salieron con el espíritu frenético y descarado puesto desde el minuto uno. Los temas se iban sucediendo sin respiro, provocando el choque entre los cuerpos de unos y otros acumulados en las primeras filas mientras la cerveza salia disparada sobrevolando sus cabezas, creando una instantánea de locura y diversión en especial durante los temas Aquellos ojos Vivir sin ti. Esta adrenalina también conquistó el escenario, como evidenciaba las innumerables veces que el bajista tenía que apoyar su cabeza contra el micrófono cada vez que sus gafas cedían sobre su nariz por los constantes botes de este y el ritmo incontrolable de las canciones. Con una acertada versión del Run, Run, Run de la Velvet, Mujeres casi de forma obligada por el horario, culminaban un gran concierto y daban paso a sus compañeros y amigos de faenas, Kokoshca.

Había muchas ganas de escuchar Algo real (Sonido muchacho, 2016) en directo, tal y como evidenció el sold out. Por desgracia, el inicio no fue para nada el esperado. El sonido de las primeras canciones (Mi chica preferida, Mi consentido) se acoplaba hasta el punto de hacer casi imposible escuchar la voz de Amaia Tirapu, tapada por la potente guitarra de Iñaki López, y generar pitidos agudos insoportables que provocaron un “¡Joder!” de la propia cantante en pleno Serengueti. Una lástima teniendo en cuenta que estamos hablando de una de las mejores salas de Madrid. Por suerte, como si solo de un espejismo se tratase, en cuanto se solucionó el problema, el grupo sonó a la perfección y todo siguió su curso: Temas como RBUNo queda nada o La fuerza, el hitazo por antonomasia, conquistaban las gargantas de los presentes a la vez que se formaban pequeños pogos a los pies del escenario mientras el bajista de Mujeres (sí, el que se colocaba las gafas con el micro) estaba siendo transportado en volandas sobre el público. Ante todo aquello, uno comprendía el significado de ese “Somos Kokoshca” que reivindican en uno de sus temas. Hacia el final, el descontrol y euforia fue tal que los que ya no se podían aguantar subieron e inundaron el escenario sin pensárselo dos veces, degenerando en una buena fiesta donde grupo y público se mezclaban. “Me habéis roto la guitarra, hijos de puta. Os odio a todos”, protestaba Amaia entre risa y enfado durante la interpretación de No volveré, tema que ponía el broche de oro a la noche. Una noche que fue una bocanada de aire fresco en toda regla. Y eso en los tiempos que corre ya es mucho.

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