Venían las Hinds de unos cuantos conciertos en Estados Unidos, y antes habían pasado por Inglaterra, Irlanda, Holanda, Suecia, Portugal o Francia. Al día siguiente tocarían en Barcelona y, después, rumbo a China, cuadrando la dimensión internacional de un grupo que, sin tener todavía un álbum completo (llega en enero), se ha convertido en un fenómeno que parece lejos de haber culminado su crecimiento.
En este contexto, ver a las cuatro chicas de Hinds en las distancias cortas suponía un aliciente extra. Su música no es la más afilada (olvídate de las riot grrrl), ni mucho menos la más peligrosa, y seguro que todos conocemos diez o veinte nombres que merecerían haber corrido su misma suerte y sin embargo apenas consiguen media entrada un sábado mientras ellas hacen sold out la noche de un miércoles; todo eso es verdad (igual que los pogos parecen de cartón-piedra), pero no lo es menos que los prejuicios sobran y que su propuesta, con ese garage pop desenfadado e imperfecto, se muestra con estribillos encantadores, melodías perezosas que suben como la gaseosa y una felicidad cómplice.
Antes, habían tenido sus bien aprovechados minutos Sen Senra y Lois, el nuevo proyecto del vocalista de Trajano!, entregado a su papel de elegantísimo crooner lo-fi. En un mundo perfecto, él también estaría tocando en China, pero todo no va a poder ser.
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