Otra forma de energía
Conciertos / Grises

Otra forma de energía

8 / 10
María Godoy — 19-05-2015
Empresa — MIZAKE PRODUCCIONES
Fecha — 15 mayo, 2015
Sala — Paris 15 / Málaga
Fotografía — Ary B

Animales, hombres bolígrafos y plástico eléctrico. Por mucho que estas palabras suenen a alienígena, sumergirse en el universo de Grises, especialmente un viernes, es un remedio al hastío semanal más que recomendable. Anoche norte y sur colisionaron en una visita relámpago de los vascos a la sala París 15 de Málaga. Abrieron escenario para ellos los chicos de Glaciar, formación clave de la ciudad que presentaron, de forma impecable, su EP  “La hora de los valientes”.

Una hora casi de reloj contuvo una docena de canciones ensambladas con inteligencia y control por los de Guipúzcoa. “Animal” (Sony Music, 2014), su último trabajo, sigue siendo el buque insignia en esta ronda de directos, pero sus dos anteriores álbumes, “No se alarme señora, soy soviético” (Origami Records, 2013) o “El hombre bolígrafo” (Origami Records, 2011), acapararon gran parte del setlist.

Las luces bailaron alrededor de temas como “Wendy”, su nuevo single “Lopan” o “Efímero”. Infalibles fueron “Cactus”, “Plástico eléctrico” o “Despierto”. “Empezamos suave y ya vamos viendo” fue la introducción de la vocalista Amancay a “Daiquiri”, justo después del bis, para la que formaron un círculo sobre el escenario más propio de rituales ancestrales. “Parfait” fue la habitual y perfecta despedida, hasta la próxima, “esperamos que muy pronto”.

Y es cierto lo que dicen. Los directos de Grises son un lobo con piel de cordero. Si bien se les conoce por una tropical y enérgica propuesta, sobre las tablas el cristal cambia de color y es más fácil apreciar la profundidad y contundencia de sus canciones, contemplar la ingeniería, ver qué hay detrás de ese velo frívolo que, en ocasiones, puede llegar a confundir a muchos.

Grises son baile, sí, pero baile calculado. Energía que se transforma según sus propias reglas. La calidad musical que ya se les presupone, no es el único ingrediente que les hace tan atractivos. Grises interpretan sus canciones  y es esto, junto a lo espectacular de su despliegue, lo que consigue hacerles memorables y diferenciarles del océano de propuestas que, afortunadamente, inunda nuestro mapa musical nacional.

Y luego está otro asunto. Bailar. No hay muchos grupos que consigan hacer que una multitud baile con temas que, a priori, tengan este cometido. En este sentido, Grises, junto a otros ejemplos como Crystal Fighters o We Are Standard, son parte de un frente espontáneo que se propone hacernos liberar al animal, descargar tensiones y levantar los pies del suelo para olvidar los problemas, al menos por un rato. Lo cual, todo hay que decirlo, tiene mucho mérito en los tiempos que corren.

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