Fuel Fandango, al ritmo de la noche
Conciertos / Fuel Fandango

Fuel Fandango, al ritmo de la noche

8 / 10
Daniel Botelllo — 16-06-2011
Sala — Cibeles / Almeria
Fotografía — Daniel Botello

Noche perfecta tras el eclipse lunar más espectacular de los últimos años, el día se desperezaba con niebla, pero ellos ya estaban de camino con miles de rosas rojas ensartadas en sus canciones. Alejandro Costa, premiado y reconocido productor canario que desde hace una década, ha sabido mantener claro el concepto de que un buen disco de estudio debe ser superior en directo, bien pues, lo ha vuelto a demostrar. Y es que el hombre tras las máquinas de Mojo Project nos dejaba boquiabiertos con su patada lateral al manido mundo de la hamaca chillera y el cocktail al atardecer hace unos cuantos años. Flamenco, electrónica, house, rock, soul y mucha imaginación sonora. Eso fue hace miles de años, y en muchas ocasiones el tiempo avinagra o mejora lo hecho, en este caso, lo segundo. Fuel Fandango mantiene parte de la fórmula mágica del anterior proyecto de Costa, pero adecuándolo a las nuevas necesidades de la música contemporánea. Han sabido desmarcarse sabiamente de la industria musical española, elaborando un disco completo y bailable, universal, necesario y gratuitamente descargable (en su primera y dorada edición) con la friolera cifra de 15.000 descargas. Si en Mojo, la voz femenina respondía al nombre de África, para esta nueva aventura las palabras corren a cargo de la espectacular vocalista Nita, cordobesa con tablas, presencia, elegancia y por supuesto, una voz poderosa que se adecua cual tente a las producciones del vitaminado combo.
Sintetizadores, guitarra, caja de ritmos y por supuesto la percusión magistral de Carlos Sosa hacen de Fuel Fandango una cita ineludible en cualquiera de los directos que sin duda abordarán una gira que promete dar al verano (como ya hicieran a lo largo de este año) la luna eclipsada que queremos, la de las canciones bañadas por rosas frescas, como las que decoraban el escenario de la Sala Cibeles de Almería, donde una vez más la gente acudió sin tapujos a disfrutar de un auténtico concierto, que pese algún baile con la información horaria del evento y una ligera saturación sonora (mínima y puntual, pero corregida) corrobora una teoría que cada vez es más factible. Algo está cambiando en todos los ámbitos culturales. Cuando el público demanda calidad y compromiso, y se lo ofrecen a precios populares, la fábrica del mainstream quiebra y se hunde con los abucheos del respetable, mientras, músicos como Fuel Fandango tocan la luna con los dedos y sólo reciben los aplausos y el cariño merecido.

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