Sin límites
Conciertos / Dreambeach

Sin límites

8 / 10
Gonzalo Ruíz Ruíz — 25-08-2017
Empresa — Producciones Toro
Fecha — 10 agosto, 2017
Sala — Playa de Villaricos
Fotografía — JM Grimaldi

Volvía la fecha más señalada para los amantes de la electrónica en el sur de España. Era jueves, 10 de agosto, y los dreamers ya habían coloreado el camping de Villaricos con miles de tiendas de campaña, con las ganas y la motivación de tener nada más y nada menos que cinco días de fiesta por delante.
Con la novedosa y aplaudida inclusión de una piscina en el recinto de acampada, los asistentes gozaron de una previa pasada por agua antes de que los chicos de Máxima FM pusieran la melodía a la previa de un festival que prometía emociones muy fuertes.
Y así fue. Con un Mainstage colosal – era complicado superar el de la pasada edición, y lo han hecho – Ayax y Prok abrían la veda y la veta rapera, para que Mala Rodríguez y el francés MHD hicieran levantar las manos del público que empezaba a agolparse frente al majestuoso escenario de Villaricos.
Fue al llegar la medianoche cuando empezaron los verdaderos elefantes a desfilar por Almería. El bigote de Seth Troxler le ponía ritmo al Pokerstars Dreams Tent antes de que un Joris Voorn extra motivado pusiera sobre la mesa drops de infarto que ya desembocaban en los primeros gritos de una grada que lo estaba dando todo.

Rápidamente nos fuimos al Mainstage de nuevo, pues el equipo de Dillon Francis ya preparaba el set up del norteamericano. Veinte minutos de bass de muchos quilates para dejar paso a demasiado Moombathon. Estamos ante el público más exigente con la electrónica en Andalucía, no puedes jugártela con ‘Mi Gente’ y ‘La Gasolina’. Caso aparte fue don Oliver Heldens. Una de las sesiones del festival nos atrevemos a decir. Todos esperábamos esa sesión que ha repetido en varias ocasiones en todos los festivales, pero lejos de ello, el holandés dio rienda suelta a su mejor música para enmarcar una sesión casi perfecta, con temas como ‘Talk About’ de Bellecour, uno de los momentazos de la noche sin duda. Marshmello y su eterna sonrisa llegaron con la intro de ‘Alone’ bajo el brazo, y repartió buena dosis de ese bass optimista y melódico que nos acostumbra, cambiando su tracklist – cosa que agradecemos y mucho – y escuchando sus dos últimos hits, ‘Silence’ y ‘Love U’. Cerrábamos la noche con un Umek al que le gusta, y mucho, el Dreams Tent, y no dudó en poner los bajos muy muy arriba para que nadie se quedara dormido.

Oliver Heldens

Y esto solo era el primer día. El Rey del Techno, Carl Cox, hacía sonar su contundente música otra vez a las 18:00, y otra vez volvió a llenar la carpa de Pokerstars. Qué bueno es, y cómo mueve a las masas pese a los 35 grados que hacían justicia sobre Almería.
Tras un pequeño descanso, la gente volvería a llenar el Mainstage con David Guetta, ese David Guetta renovado que a pesar de poner sus míticos temas como ‘This One is For You’ o ‘She Wolf’, se atreve con bass, metiendo a Zomboy en sus sets, o su último hit, 2U, junto a Justin Bieber. Don Diablo siguió al galo y, como siempre, no decepcionó a los cientos de fans de Hexagon. Las miradas se ponían entonces en el primero de los tres grandes directos del fin de semana. Modestep la armó, bien armada, en el Open Air San Miguel. Da gusto escuchar a estos chicos y ver cómo el público responde a su música. Noisia presentó su último álbum, ‘Outer Edges’, con un drum and bass oscuro y demoledor, y tras tanto jaleo bajamos los Bpm con Tchami. El parisino dio otro sermón de cómo se pincha el future house con una elegancia suprema.
Del capo de Confession, al señor de Protocol. Nicky Romero se unió a la fiesta con ganas, y es que cada vez vemos más al tulipán en nuestros festivales. Romero pasó de sus temas más clásicos – no faltó 'Toulouse', claro está – a sus temas más actuales como 'General'.
Terminamos la noche como manda, con puro techno. Hot Since 82 y Loco Dice fueron sin duda dos anfitriones de gala para despedir un sábado donde la música bailonga y contagiadora de ambos deejays nos hicieron llegar a las 09:00 de un plumazo.

Modestep

El domingo empezó desde bien pronto con los valientes que fueron a bailar con Beauty Brain a las 22:00 horas, algo que contrastaba con la poquísima gente que estaba frente a Grandtheft. Pero es que al pobre le tocó bailar con la más fea. Luciano es una eminencia en Andalucía, y coincidir con él le lastró la sesión. Sin embargo, a la 01:00, el tiempo se paró en Villaricos. Rob Swire y su armada aparecían en el Mainstage, y Pendulum nos regaló una hora de pura energía. Comenzando con 'Salt in the Wounds', pasando de 'Tarántula' al 'Ghost n Stuff' de Deadmau5, con un cierre brutal bajo los sones de 'Watercolour'.
Aún extasiados por la magia de los británicos/australianos, nos dio tiempo a ver un ratito de Marco Faraone – qué bueno es este chico – y al rollazo italiano de Marco Carola, un seguro de vida para llenar de nuevo el Dreams Tent Pokerstars.

Wilkinson

Aunque Pendulum estuvo de 10, mención aparte tienen los seis integrantes de Wilkinson. Menuda lección de música dieron, sin duda un directo que recomendamos ver encarecidamente si te gusta el drum and bass. A Wilkinson le siguió otro peso pesado del bass, Barely Alive. Dubstep del bueno, del muy bueno, el que puso el artista, que apareció sin su nueva máscara, pero que no dejó atrás ni uno solo de sus temazos. De Vini Vici vimos lo justo para bailar como indios con su 'Great Spirit', y de nuevo el techno empezaba a exigirnos que cerráramos con él, y bajo el mandato de drumcode, Adam Beyer, y su techno repleto de contundencia, nos marchábamos a casa con la satisfacción, otra más, del fiestón que nos habíamos pegado.
El lunes ponía el punto y final Elrow, y lo hacía con gallinas, vacas y un sinfín de animales esparcidos por el Main, ataviado con paisajes del oeste, y la maravillosa y atmosférica música que trae siempre el sello catalán. En la carpa de techno, esta vez, se repartió una buena dosis de bass. Borgore, Chase and Status y Netsky terminaron con las pocas fuerzas que quedaban a los asistentes que aún aguantaban los drops como gladiadores. El cierre de Tiësto, que a todos nos transportó a aquel Creamfields en Xerez, puso el broche de oro a un Dreambeach que parecía haber tocado el techo con su tremenda edición de 2016, pero que ha dejado claro que han llegado a la cima no para saludar, si no para marcar una época dentro de los festivales de nuestro país.

Video Resumen de Dreambeach 2017

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