Hace falta tener las cosas claras para enfrentarse desde el mundo del cómic a obras que se han convertido en verdaderos clásicos de la literatura y que, además, han sido adaptadas al cine con cierto éxito (Marcello Mastroianni estaba perfecto en el papel de Pereira en la película que Roberto Faenza filmó en 1996). Pero leyendo las ciento y pico páginas de esta obra queda muy claro que Pierre-Henry Gomont no se ha amedrentado lo más mínimo a la hora de afrontar su empresa. De ahí que se le vea sueltísimo narrando una historia cuya validez se mantiene totalmente intacta (ambientada en 1938, escrita por el italiano Antonio Tabucchi en 1994, adaptada al cine en 1996 y en este cómic en 2016).
Su excelente caracterización del personaje principal (en fondo y sobre todo en forma, con un colorido fantástico y personal) y de los jóvenes activistas con los que se relaciona son frescas y funcionan sin eclipsar para nada la profundidad ideológica que Tabucchi intentó transmitir en su obra. Este trabajo –el segundo que Gomont publica en nuestro país- le llevó a ser galardonado el pasado año en Francia con el Gran Premio RTL y a ser finalista del Grand Prix de la crítica ACBD. Hace unos meses se publicó en nuestro país y, con toda seguridad, su onda expansiva se mantendrá una temporada visto el resultado. Recomendable se conozca ya la historia que nos cuenta o no.
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