Josh Agle (California, 1962) es el artista conocido como Shag (junten las letras de su nombre y su apellido), al que cada vez más coleccionistas empiezan a prestar atención. Ben Stiller, Nancy Sinatra, Whoopi Goldberg y otras estrellas de Hollywood ya cuentan con obras suyas, aunque hasta hace pocos años, ese surrealismo pop, esa frivolidad kitch, esa falta de seriedad, esos temas banales que muestran las obras de arte lowbrow no eran consideradas dignas de entrar en galerías de arte, museos o salas de subastas. Hablamos con Shag de su vínculo con la música, fundamental para entender mejor el trabajo en el que ahora está sumergido y su evolución de fanzinero adicto a los bares Tiki a representante del arte más molón llegado de California en los últimos años.
Alguna vez has dicho que descubriste el Diseño Moderno a través de la música y los bares raritos, hace tiempo.
Mayormente descubrí el Diseño Moderno a través de portadas de discos que fui encontrando en mercadillos y tiendas de segunda mano. Solía fijarme en fotos de apartamentos de soltero con muebles de diseño y estéreos hi-fi carísimos. También me empapé de las viejas películas de los 50 y 60, con mucho diseño de este tipo. Era algo que yo mismo quería vivir, así que cuando comencé a pintar lo hice pensando en las cosas y lugares que quería para mí.
La influencia de la arquitectura y la fotografía sobre tus trabajos es evidente. ¿Cuánto lo es la música? ¿Afecta la música que escuchas a tus creaciones? No creo que te pases todo el día escuchando garaje surf y cool jazz…
La música influye sobremanera en mis cuadros, casi todos ellos tendrían música sonando en las situaciones que pinto. A menudo hay una banda, un DJ o un tocadiscos en el cuadro… Pero, en realidad, no escucho música cuando trabajo – suelo tener de fondo películas documentales y programas de televisión, el tipo de cosas que puedes escuchar sin tener que mirar a la pantalla todo el rato -. La mayoría de mis momentos musicales suceden cuando estoy en mi casa de vacaciones en Palm Springs o en mi coche, y voy por rachas: a veces escucho mucho viejo punk rock, otras veces lounge o jazz, y otras me lanzo a bandas actuales. En la actualidad, por ejemplo, estoy escuchando muchas antiguas bandas sonoras de película.
"El Swinging London o las fiestas Tiki serán guays siempre, porque sucedieron ya en el pasado y jamás volverán a ser mainstream".
Tú fuiste un punk rocker hace algunos años… ¿Podrías contarnos algo sobre las bandas para las que tocaste y cantaste?
He estado en diversas bandas, pero las que llegaron a publicar álbum fueron The Swamp Zombies, The Tiki Tones y The Huntington Cads, todas del Sur de California. También fui el primer bajista en una banda punk llamada Manic Hispanic, que hacían versiones mexicanas de clásicos del punk rock. Solamente estuve unos días, hasta que encontraron a un bajista latino.
También fundaste un sello discográfico…
Co-fundé Mai Tai Records en 1995 con un amigo. Publicamos 12 ó 15 discos hasta que nuestra compañía fue comprada por una major, Mercury Records, que también fue absorbida por una compañía más grande, Universal Music Group. Universal cerró muchos de los sellos pequeños, incluyendo a Mai Tai, pero yo conseguí un finiquito por eso, y aún mantengo los derechos de los discos publicados.
En el sello se encontraban las bandas en las que tocaste, además de Stereophonic Space Sound Unlimited, o Shig & Buzz… Para las tuyas, y para otras bandas, como Big Kahuna o The Vandals (¡¡¡con un toro y un torero!!!) te encargaste de diseñar las portadas. ¿Cómo se trabaja en ese aspecto con las bandas, con los sellos? ¿Tu actual éxito afecta a los encargos? ¿Cuáles de tus portadas son tus favoritas?
Ya no hago muchas portadas, ahora estoy más centrado en las bellas artes, aunque siempre seguiré haciéndolas para grupos de algún amigo, o para alguien que pague bien siempre que no odie su música. Discos de amigos o grandes lanzamientos. Entre mis favoritas están algunas que hice en los 90 que ni siquiera se enmarcan dentro del clásico estilo Shag, y que fueron hechas para bandas poco o nada conocidas. Hice portadas para The Bomboras o The Ghastly Ones, y creo que esas serían mis favoritas. Para escoger el tema de la portada, normalmente solicito control pleno sobre lo que diseñe para la banda. Normalmente está apoyado en el título del disco, y a veces la banda trae ideas que tomo en consideración cuando estoy haciendo la ilustración de la portada.
"Llegué demasiado lejos, sin hacer otra cosa que irme de juerga, salir de copas…, y mi arte comenzó a sufrirlo, así que tuve que dejar la parte de las copas".
Los adictos a lo retro están aún lejos de considerar el CD como un objeto vintage. Tú dijiste allá en 2012 que la última vez que habías comprado un CD fue antes de que tu hija naciera. ¿Has vuelto a comprar algún CD? ¿Algún vinilo?
No he comprado CDs en muchísimo tiempo, pero sí algún vinilo, y me he suscrito a Apple Music, que tiene todo en digital. Y acabo de instalar un tocadiscos en mi estudio, así que eso me ha llevado de nuevo a los vinilos para escuchar música.
Eres la referencia artística para el movimiento hipster molón… ¿Te sientes cómodo con ese papel?
Ahora sí, pero me llevó un tiempo sentirme cómodo con ese rol. Nunca me vi como un buen ejemplo de juerguista, de cool cat, pero un día noté que mi vida comenzaba a parecerse demasiado a los personajes de mis pinturas, y me dejé llevar. Llegué demasiado lejos, sin hacer otra cosa que irme de juerga, salir de copas…, y mi arte comenzó a sufrirlo, así que tuve que dejar la parte de las copas.
¿Serán el Swinging London, las fiestas Tiki, el arte comercial de los 50 y los 60 guays siempre? ¿Podremos vivir en una eterna nostalgia?
Sí, serán guays siempre, porque sucedieron ya en el pasado y jamás volverán a ser mainstream. En los últimos 40 años hemos idealizado y glorificado este pasado, mirando por encima de las cosas malas de esos tiempos, apropiándonos solamente de lo bueno. Pero como nunca volveremos a vivir aquella época ni condición, siempre lo veremos como una ansiada nostalgia de algo que no podemos tener.
Dime algo sobre tu metodología de trabajo. ¿Dibujas antes de pintar? ¿Comienzas varios proyectos al mismo tiempo? ¿Trabajas ocho horas diarias, solo, en tu estudio?
Bosquejo antes de empezar un cuadro, y luego dibujo y dibujo bocetos hasta que me quedo satisfecho con el tema y la composición. Descarto muchos dibujos, pero no los tiro a la basura, sino que los guardo en un cajón y los contemplo tiempo después, cuando necesito inspiración. Solamente trabajo en un cuadro cuando pinto, pero también trabajo en otros proyectos artísticos cuando estoy con ese cuadro, como diseñar productos para mis galerías de arte.
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