¿Quién sabe dónde? Los expedientes X del pop

Sensaciones de temporada que desaparecen misteriosamente, revelaciones impactantes que van perdiendo fuelle hasta fondear en la opacidad, debuts deslumbrantes cuya secuela se posterga hasta la eternidad... en este artículo repasamos qué fue de algunos de aquellos nombres que irrumpieron con estruendo para quedar luego perdidos, a veces en el mutismo, a veces en la irrelevancia. Algunos de ellos, ojo, pueden no haber dicho aún su última palabra.

El hecho de que algunas de estas bandas hayan copado un importante espacio en esta publicación (y en muchas otras, claro), capitalizando a veces su propia portada, abona el terreno para el interminable debate acerca de la propensión de la prensa musical por estar siempre a la última, entronizando hypes de temporada que, con el paso de los años, se diluyen como un azucarillo. Pero no solo de efectistas caprichos coyunturales se nutre este listado (ni de autoflagelación corporativa, desde luego): en él encontrarán también bandas merecedoras de un crédito que no atiende a las fechas del calendario, aunque acabaran dejando su carrera misteriosamente sumida en un largo paréntesis, en el que -de momento- no se vislumbra final. ¿Son estos los expedientes X más recientes del rock? Podrían serlo, desde luego.

The Rasmus

Vendieron cuatro millones de discos en todo el mundo, convirtiéndose no solo en la banda mas popular nunca salida de Finlandia (junto a HIM), sino también en el prototipo más amable e indisimuladamente comercial de ese rock metalizado de alto voltaje emocional e ínfulas góticas que tanto prosperó entre la generación que asumía la etiqueta emo sin tener la más remota idea (ni falta que le hacía) de saber quiénes fueron Sunny Day Real Estate o Rites Of Spring. En marzo de 2012 nos visitaron por última vez, en una gira que pasó por Madrid, Barcelona y Bilbao. Presentaban el homónimo “The Rasmus” (Universal, 2012), cuyo primer single estrenaron -muy adecuadamente, vista su trayectoria de los últimos años- en el show en el que Finlandia escogía su representante para Eurovisión de aquel año. Desde entonces, su actividad (discográficamente yerma) se ha limitado a unos cuantos conciertos, interrumpidos en octubre de 2015. Pero nada se sabe aún de canciones nuevas.

HIM

No llevan tanto tiempo sin dar señales de vida como The Rasmus, pero sus paisanos HIM llevan también unas cuantas temporadas en barbecho, desde que editaran “Tears On Tape” (Razor & Tie, 2013). Adalides también del rock gótico con esquirlas metálicas made in Scandinavia (aunque desde una perspectiva mas integrista), lo último que se supo de ellos es que su batería, Mika Karppinen, abandonó la banda para ser reemplazado por Jukka Kröger. Y que esbozan la posibilidad de editar un nuevo álbum de estudio, el noveno de su trayectoria, para finales del 2016. Veremos.

Cansei de Ser Sexy

El grupo que se bautizó en honor a la jugosa frasecita de Beyoncé, fue portada de MondoSonoro en verano de 2008, cuando su segundo álbum refrendaba todo lo bueno que ya habían apuntado en su efervescente debut homónimo (“CSS”; Sub Pop, 205). Los vivarachos conciertos que por aquel entonces ofrecían en nuestro país confirmaban que la polvareda mediática que habían levantado tenía sobrada justificación. Pero desde entonces, la estrella de los brasileños ha ido apagándose poco a poco. Hasta el punto de que su cuarto álbum, “Planta” (SQE, 2013), editado tras la agria salida de su alma mater hasta entonces, Adriano Cintra (quien llegó a acusar a sus compañeros de incompetencia manifiesta empuñando sus instrumentos), pasó bastante desapercibido, pese al sempiterno empeño de su vocalista Lovefoxxx y a la producción de David Sitek (TV On The Radio).

The Spinto Band

Su “Nice And Nicely Done” (Bar/None Records, 2005; Virgin, 2006) fue una bocanada de aire fresco, un auténtico chute de adrenalina en forma de canciones hipervitaminadas que remitían a lo mejor del indie rock de ayer y de la new wave de anteayer, con la mandolina contagiosa de “Oh Mandy!” ejerciendo de ariete comercial. Sus presentaciones por aquí dentro del Wintercase 2006 rayaban a la misma altura. Pero como una bebida con burbujas cuya botella se agita con saña y, tras el descorche inicial, acaba perdiendo todo su gas, la banda de Wilmington acabó extraviando toda aquella efervescencia en entregas que pasaron con poca pena y menos gloria. “Cool Cocoon” (Spintonic, 2013) fue el último disco, prácticamente desapercibido, de una banda ante la que quizá se plantearon unas expectativas desbordadas.

Architecture In Helsinki

Otros que no estaban muertos, ni siquiera de parranda. El entusiasmo con el que fue acogida la excitante amalgama de indie pop saltarín que proponía “In Case We Die” (Bar/None Records, 2006), el segundo álbum de estos australianos que casi parecían de Montreal o de Brooklyn (los paralelismos con Arcade Fire, Broken Social Scene o Clap Your Hands Say Yeah! no tardaron en arreciar), contrasta con la abierta indiferencia con la que se encajó prácticamente todo lo que hicieron desde entonces. Y eso que “Now+4Eva” (Casual Workout, 2014), su último trabajo, corroboraba con chispa el giro synth pop que habían operado en entregas anteriores.

Gossip

Lo último que ha trascendido de Beth Ditto es su participación en “When The Comet Comes”, uno de los mejores temas de “The Velvet Trail” (Cherry Red/Strike Force, 2015), el notable último trabajo de Marc Almond. Pero más allá de eso (y de su boda hace casi tres años en la isla de Maui con su novia de toda la vida), poco más se ha sabido de sus Gossip (antes The Gossip), protagonistas de la flamante portada de MondoSonoro en verano de 2009. Y han pasado ya casi cuatro años desde “A Joyful Noise” (Sony/BMG, 2012). Quizá demasiados para la legión de fans de esa contagiosa fórmula soul-punk-funk que fueron puliendo con el tiempo, y que sobre el escenario no admitía renuncios.

The Rumble Strips

Parecían los nuevos Dexys Midnight Runners (bueno, sí, es una exageración, pero por ahí iban los tiros), hasta que la tierra se los tragó. Su revitalizante debut, “Girls and Weather” (Universal, 2007), les sitúo con fuerza en el mapa. Tras un segundo álbum producido por Mark Ronson (“Welcome To The Walk Alone”; Island, 2009), se les perdió la pista. Hasta el punto de que hay informaciones que sitúan su disolución definitiva en 2010 y otras que aún otorgan crédito a una posible reunión en base a un enigmático tweet escrito desde el perfil de la banda, de hace tres años ya. El caso es que prácticamente nada se ha sabido de Charlie Waller y compañía en todo este tiempo, más allá de algunas grabaciones caseras en torno a material sin publicar que este ha ido diseminando por Youtube.