Retrovisor: Penetration
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Retrovisor: Penetration

Xavi Sánchez Pons — 21-03-2016
Fotografía — Archivo

La historia del punk inglés está llena de bandas que merecieron mejor suerte de la que acabaron teniendo. Es el caso de Penetration, una de las primeras formaciones del género en contar con una mujer al frente. Pauline Murray pertenecía a la misma generación de Poly Styrene (X-Ray Spex) y Fay Fife (The Rezillos), y tenía el mismo arrojo y ganas de comerse el mundo que ellas.

Penetration se formaron a finales de 1976 tras ver a Sex Pistols en directo. Antes de eso les unía su amor por David Bowie y New York Dolls. Las razones de su corta carrera, apenas tres años, hay que buscarlas en el hecho de que eran de provincias (Ferryhill, una pequeña población del noroeste de Inglaterra), y por su tardanza en debutar: necesitaron un año para sacar su primer single, “Don’t Dictate” (Virgin, 77), y dos para editar su excelente debut, “Moving Targets” (Virgin, 78), algo que les hizo ir siempre a remolque en una escena que no paraba de alumbrar nuevas bandas a cascoporro. En esas referencias quedaba claro su estilo; los versos en llamas y la voz desafiante de Murray (que lucía un look andrógino en el escenario), más la guitarra nerviosa y serpenteante de Gary Chaplin.

En su segundo álbum, el notable “Coming Up For Air” (Virgin, 79), Penetration se pasaron al power pop furioso en su versión más vitaminada apoyados en dos guitarristas (Neal Floyd y Fred Purser), una operación común en otros grupos punk de su quinta. La canción que lo abre, “Shout About The Noise”, es una clase maestra del género que hace pensar en los Blondie de la era “Parallel Lines” (Chrysalis, 78). Ya cansados, el mismo año 1979 deciden tirar la toalla. Murray, que solamente tenía veintitrés años, declaró que “se sentía como una vieja”. La casi nula repercusión de “Coming Up For Air” y unas giras agotadoras tuvieron la culpa. Ese mismo año, casi de forma póstuma, apareció “Race Against Time” (Virgin, 79), un disco de demos que también incluía un concierto grabado en Newcastle.

Disco imprescindible: su debut “Moving Targets”, un verdadero pepinazo punk lleno de guitarras afiladas y furia. Pauline Murray brilla en la parte vocal, muy cercana a la mejor versión de Poly Styrene. Un disco que presenta pildorazos a la altura de lo mejor de la época, hits rompesuelas como “Life’s A Gamble”, “Don’t Dictate” y “Money Talks”.

 

Están de actualidad por: editar el año pasado un nuevo disco de estudio, el correoso y a ratos pop “Resolution” (Polestar, 15), con una Murray en buena forma, y por la salida de una caja recopilatoria “Penetration: The Virgin Years” (Caroline/Music As Usual, 16). La caja está formada por cuatro compactos e incluye sus tres primeros discos, un buen número de Peel Sessions y grabaciones en directo para la BBC.

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