25 años de BCore
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25 años de BCore

Jero Martín — 25-06-2015
Empresa — B-Core Disc

¿Qué sensaciones te empezaban a llegar cuando veías que el 25 aniversario llegaba?
La verdad es que no somos muy ordenados con las fechas Albert y yo. El Eric sí, que lo apunta todo. Es un cuarto de siglo y coincide con que yo voy camino de los 50, dos veinticincos (unas risas). Tengo una niña que cumple 5 y ves que esto de la vida va en serio. Dices, “joder, yo también necesito dedicarme tiempo a mí mismo”. De cara al sello, la sensación es intentar buscar la estabilidad. Sabemos que todo está en crisis, que no se venden discos, que nuestro catálogo no está enteramente vivo, pero el impulso de ser un sello ya con recorrido ayuda.

Pero sí que hay unas referencias clásicas
Hay unas referencias clásicas pero mucha gente piensa que el sello debió notar el tirón de grupos como Standstill o Delorean, por ejemplo, cuando en realidad el público que vino después era otro y no hemos hecho tantas reediciones.

Yo no he vivido la escena de Barcelona. ¿Qué es lo que más ha cambiado desde tu punto de vista respecto a los días en que estaba naciendo el sello?
No son comparables. La escena cambia radicalmente y es otra. Miro hacia atrás y sí veo a alguna gente que se ha ido manteniendo, pero el cambio generacional se nota mucho porque es lo lógico. Ves que surgen grupos, que se deshacen, que hay intersecciones, pero en

Pero sí que hay unas referencias clásicas
Hay unas referencias clásicas pero mucha gente piensa que el sello debió notar el tirón de grupos como Standstill o Delorean, por ejemplo, cuando en realidad el público que vino después era otro y no hemos hecho tantas reediciones.

Yo no he vivido la escena de Barcelona. ¿Qué es lo que más ha cambiado desde tu punto de vista respecto a los días en que estaba naciendo el sello?
No son comparables. La escena cambia radicalmente y es otra. Miro hacia atrás y sí veo a alguna gente que se ha ido manteniendo, pero el cambio generacional se nota mucho porque es lo lógico. Ves que surgen grupos, que se deshacen, que hay intersecciones, pero en general el barco es abandonado en masa y hay que volver a crear. La escena de Corn Flakes no tiene nada que ver con la de Aina ni con la actual. Algo lo conecta pero es residual. Que una persona se tire veinte años en una escena musical no tiene mucho sentido.

¿Queda alguna banda verdaderamente punk en Barcelona?
Seguramente hay muchas bandas punk que no conocemos y que se mueven en otros circuitos, pero es una escena que no quiere estar en ese primer plano de prensa y blogs, etc. Seguro que hay una escena punk que existe pero no la verás en la prensa porque no quieren estar ahí.

Sin duda, y puedes verlo en la red. Un circuito pequeño, independiente…
Yo creo que la escena se mantiene transformada, es como la energía. Yo considero la actitud de bandas como Nueva Vulcano o la nuestra con el sello, en términos generales, como una actitud punk. Eso sí, la tienes que matizar porque mucha gente cuando oye la palabra está buscando una estética y un mensaje que igual no encuentran aquí, pero a nuestra manera esa es nuestra línea. No dejarnos influenciar y seguir nuestro camino aunque a veces podría ser más fácil coger otro. Eso algo de punk tiene, como la manera de tratar a los grupos. El mes pasado en el Primavera Sound estaba con el director de Sony y el capo de Spotify de Inglaterra y me preguntaron. “Para que sea palpable, dime algo que sea diferente entre Sony y BCore”. “Que yo te cogería el teléfono”, dije. Yo creo que está ahí la clave.

En Madrid han surgido sellos como La Agonía De Vivir o Caleiah que rescatan aquel espíritu.
Ha cambiado todo, porque es muy difícil crecer pero es muy fácil tener una estructura. Editas un disco, lo colocas en las plataformas digitales, tiras 300 copias y ya tienes un sello. No tienes que luchar por una superventa, porque tus discos estén en la Fnac bien distribuidos, algo muy amplio, porque al final los que lo intentábamos y lo seguimos intentando hacer somos devueltos por el mercado al mismo sitio que estos nuevos sellos que comentas, la misma liga. Igual por experiencia y nombre lo tenemos un poco más fácil, pero estamos en la liga primeriza. Hablamos de cifras ridículas para una industria como esta.

Te lo pregunto porque BCore nació en un contexto donde la ideología y la estética tenían una gran importancia. Su traducción musical era rabia, intensidad… ¿Echas de menos aquel carácter, aquella urgencia?
Siempre busco la intensidad, pero como sello tengo diferentes apuestas o divisiones. Eso que dices lo encuentras en Betunizer, por ejemplo, pero esa intensidad propia de cada grupo sí la busco y es clave. Me gusta mucho hacer saltos en el catálogo. Después de algo como The New Raemon me mola coger una banda como Greus que la gente no metería en BCore, algo muy atronador.

Recuerdo que la cinta de 24 Ideas que llegó al barrio de Chamartín lo hizo a través de peña muy punki.
Llegamos a tocar en la casa okupa más grande, Minuesa me parece.

Todo ese público que siguió al sello en sus primeros años imagino que se quedó por el camino.
Seguro. BCore sí ha tenido esa parte punk pero siempre ha tirado mucho por lo puramente musical. No ha sido un sello político porque tampoco hemos tenido las cosas tan claras siempre para andar con sentencias políticas. Eso tiene que ver con mi base porque incluso cuando escuchaba punk estaban L`Odi Social, Subterranean Kids, grupos que me flipaban, pero más allá de su mensaje político me movían los que musicalmente me mostraban algo más en términos creativos.

"BCore no ha sido un sello político porque no hemos tenido las cosas siempre tan claras como para andar con sentencias"

Parece una casualidad que el título de tu libro sobre los ochenta en BCN “Harto de todo” esté tan vigente.
Bueno, es que los punks son unos futuristas de puta madre. La masa ha empezado a entender a los bichos raros de antes, que los tiros iban por ahí. Un punk de antes puesto en el contexto de ahora no destacaría nada. Sería uno más.

Ada Colau, muy significativo. Una alcaldesa anti sistema.
Eso quiere decir que la gente es inteligente, ¿no? Ser anti-sistema no es malo si el sistema no funciona. Es tan fácil como eso. Eso le costaba mucho de entender a mis padres, por ejemplo. Mi madre ve lo que ha pasado y se va a mi terreno muchas veces, pero cuando se lo decía yo hace años parecía un “colgao”. Mucha gente lo ha visto a base de reflexionar y han llegado a ese punto. El 15M era un clarísimo “hartos de todo” y se veía que la peña no es tonta, que se ha hartado, que se va a cabrear y que la va a liar.

Pacíficamente…
Pacíficamente, pero cuando son cosas que caen por su propio peso, que se te mean en la cara, hay que pegar una patada y entrar. Trabas les van a poner todas y van a tener que ingeniárselas mucho para buscar alternativas económicas. Aquí en Barcelona lo vemos con los turistas. Mucha gente ha tenido que largarse por los precios y porque no es la ciudad que era. Que está muy bien el turismo, pero solo hay que salir por las Ramblas y no puedes ni caminar. Te aíslas y te olvidas del centro.

¿En qué momento, si es que existe, y por qué razones decides que el sello tiene que abrirse a otros estilos?
No es una decisión completamente mía, sino de los grupos que me llegan. Normalmente el propio grupo evoluciona, como el caso de los Standstill del “The Ionic Spell”, o Zeidun, o Madee hacia The New Raemon, etc. Es una evolución como personas y músicos. Y a mí me sucedió de otra forma, me bajé de aquella primera radicalidad.

Jordi Llansamà
Jordi Llansamà

Supongo que también por inspiración de bandas extranjeras y de cómo parte de la escena HC va mutando.
Así fue, el punk evoluciona, el hardcore se abre. Hubo una rama muy clásica del hardcore que se fue directamente al metal, que a mí personalmente no me interesó nada, y otra que se acercó al rock y al pop y me ha interesado más.

Pero nunca imaginé que BCore editaría discos de Maria Rodés, por ejemplo.
Ni yo. Cuando empezaba el sello habría pensado de María Rodés que era una puta hippie, ya lo dije en otra entrevista. Pero vas cambiando, buscas también un enfoque profesional y sabes que puedes trabajar bien hacia otro tipo de público. Y además nos hemos alimentado mucho de nuestro entorno. En este caso vía Cydonia, vas viendo, vas escuchando, etc.

Recuerdo que metisteis hasta algunos iconos para distinguir entre estilos. Era bastante gracioso.
Sí, porque la gente andaba un poco despistada, de All Ill a From Head To Toe, pero decidimos quitarlo. BCore y punto. Es verdad que hay gente que se pierde discos que le podrían molar mucho porque cree que solo hacemos pop, pero ocurre que cuando llevas mucho tiempo en el paisaje la gente no te ve. Nos pasa ahora. La gente está más excitada por cosas más nuevas, sellos más nuevos. Normal.

No sé por qué razón sitúo el primer largo de Aina como una especie de disco bisagra en la historia del sello. Por salir de los sonidos más crudos y rabiosos del punk/HC. Por el sonido DC, por lo bueno que es, por el diseño que llevaba, etc. Qué cambió aquel disco.
Más que el disco, creo que es el grupo lo que cambió cosas. Fijándose en las bandas que vienen de fuera, empieza a ser un grupo que se toma en serio un tema que dentro del punk no era habitual: sonar un poco bien. No es saber tocar bien solo, tienes que llevar unos instrumentos que estén bien, un buen equipo y algo de técnica. En el punk primerizo se pillaba el primer ampli, el primer bajo y solo querías volumen. Ellos empiezan a matizar y a ser muy listos. Se fijan y compran instrumentos que no encuentras en cualquier tienda porque son antiguos. Los buscan, prueban cabezales y acaban incorporando una cosa muy importante, la furgoneta propia. Quieren moverse, salir a tocar y miran a Europa e incluso a Estados Unidos para crear vínculos con bandas de fuera para hacer trueques. Como tienen furgo y buen equipo le ofrecen la gira a bandas extranjeras como teloneros y cuando vayan a Estados Unidos lo hacen al revés. Los guiris lo ven claro y además provocan que otros se fijen en eso y quieran entrar en esa liga. Hablamos de Standstill, Unfinished... Y por último, la sencillez de Aina. Hay gente que se come la cabeza con un equipo que acaba de salir y tiene mil efectos y no sé qué más. Ellos buscan lo básico, pero que lo enchufes y suene. Lo otro ya se lo voy a poner yo.

"La escena se mantiene transformada, es como la energía"

Ese rollo esencial es muy AC/DC, ahora que les hemos vuelto a ver.
¡Pero el único admirador de AC/DC es Titi! Los otros entraron a base de presión un poco…

Y culminan en ese disco azul.
Ahí ya empiezan a tener una forma de hacer propia, no como en los singles primeros que son muy Jawbreaker y tal. Ese disco lo graban en Francia y lo masterizan en Estados Unidos. Es decir, quieren que suene de verdad.

El año pasado le preguntamos a Mac McCaughan algo parecido. Como ha ocurrido con cada década prodigiosa, mucha gente tiende a pensar que ya no hay bandas como en los ochenta y los noventa. ¿Hay algo de cierto en esto o es algo que tendemos a pensar solo porque aquella fue la época en la que empezamos a escuchar discos?
Cuesta encontrar grupos, no es fácil. Yo creo que también es por la cantidad de información que hay hoy. Es bestial, no prestas la misma atención que prestabas antes. Es un consumo muy rápido hasta que paras un día en alguien, pero al día siguiente ya te está entrando otro disco. Es diferente. La gente dice que ha subido mucho el vinilo y tal, pero yo creo que la subida se debe a las reediciones. Se consumen las cosas nuevas con medios nuevos y las reediciones como clásicos. Es más fácil vender una buena reedición que un buen disco de un grupo nuevo. No hay color. He vendido más discos de Eskorbuto “Anti todo” que de cualquier banda nueva que haya editado ahora. Y genera más en Spotify Eskorbuto que cualquier banda que esté editando ahora.

La gente tiene fácil revivir aquellos discos.
Y toda una generación nueva que ve los discos que son icono y los quiere. Esto pasa con sellos americanos como Dischord, Revelation o SST. Cómo se pueden mantener si no sacan apenas novedades. Tiran de un fondo de catálogo alucinante. Es que no va a parar. Minutemen, Descendents, Husker Dü, Fugazi.

Llevas muchos años viendo a bandas jóvenes. Será cosa de Internet, pero se multiplican.
Se ha democratizado la música. Haciendo broma muchas veces digo que la música no tendría que ser una cosa democrática. No es para todo el mundo. El Ian Svenonius lo clava con un tono irónico en el libro este que sacó (“Estrategias sobrenaturales para formar una banda de rock”).

Alguno puede leer esto y pensar mal.
Sí. Exacto.

Jordi & familia
Jordi & familia

Las ventajas de Internet. El acceso al catálogo de influencias, la difusión que puedes darle a tu música. Cómo afecta todo eso a la manera en que las bandas se presentan ante ti y a tu percepción sobre ellas.
Evidentemente si te viene una banda con 50.000 tíos en el Facebook es que algo tiene, pero una banda con 50.000 tíos en el Facebook le interesa a muchos sellos. Es algo que no cambia mucho. Primero has de ver algo que te guste y segundo que eres capaz de trasladarlo con tu manera de hacer las cosas. Que no siempre lo consigues.

¿Crees que los menores de 20 años comprarán discos cuando tengan un trabajo, si lo consiguen, en la era de Internet?
Posiblemente no. Conozco chavales que no saben lo que es comprar un disco. Pero el vinilo es una retromanía y tiene una parte de moda que puede ayudarles a interesarse por las características del formato, como ocurre con jóvenes que seguro que prefieren comprar libros en papel.

Antes cogías un disco, lo escuchabas entero, leías los créditos, especialmente el párrafo de agradecimientos para conocer más grupos y se lo grababas a un amigo o a una chica. ¿Esto tú crees que sigue pasando?
No sé, a veces me da la sensación de que la música se ha convertido en la guarnición del plato. Los festivales van acompañados de grandes marcas, de no sé cuántas cosas más, y no te la encuentras cruda o como plato principal. Como por sí sola no genera suficiente dinero te la encuentras en medio de un gran “evento”. Con esos cachés que gasta el personal. Mucha gente va a escuchar música, pero también porque se ha estar, mola, están los amigos, es un poco de coña.

Mucha gente se queda en casa desde hace tiempo.
Lo comparo a veces con la Navidad. Las comilonas. A mí se me va el hambre, incluso antes de comer. Con el festi me pasa un poco lo mismo. La sobreexposición no me apetece. En cambio, pasa el festi, llega un miércoles en la sala no sé cúal y pum, vas.

Me metí en la edición de un LP hace poco y nos contaron todo este lío del Record Store Day que satura las fabricas con miles de copias mainstream. ¿A un sello mediano cómo le afecta esto?
Este año el single de The New Raemon para el RSD lo preparé con cuatro meses. Se saturan, pero nuestras ediciones son relativamente pequeñas. Además la sostenibilidad viene también por otras partes, la parte editorial, que tu música suene en medios, la distri, etc.

La distri sigue siendo una seña de identidad.
Lo hemos hecho desde el día uno. La gente que nos sigue se ha mantenido ahí. Nos vinimos a este local por razones logísticas y con la idea de meter una tienda de discos en la entrada. Es una bandera de identidad para nosotros. Sin dejar de adaptarnos al entorno digital, pero nosotros somos eso que hay en la entrada.

 


25 AÑOS EN 10 DISCOS

El viaje de Bcore empezó hace 25 años en el hardcore punk de raíces norteamericanas y llega hasta hoy con un catálogo con múltiples caras y texturas. La propia dinámica que genera la edición y el apetito de nuevas bandas de Barcelona y su entorno acaban produciendo poco a poco sorpresas, segundos grupos, y el sello va abriendo el catálogo sin perder su piel, del post-hardcore al pop. Edita a bandas extranjeras, split compartidos, sigue dando salida a discos de puro punk rock y sirve de rampa de despegue para grupos que alcanzan nuevos públicos. Nos paramos ante 10 discos destacados y clásicos de ese camino.

CORN FLAKES – Childish (1992)
Una de las primeras referencias del sello y un disco clásico del hardcore melódico estatal. A la influencia de bandas cercanas como Subterranean Kids se le suma la onda expansiva americana de Descendents/ALL, Bad Religion, a punto de publicar “Generator”, o tal vez los jóvenes NOFX, que acaban de publicar su album “Ribbed”. En la Barcelona del 92 Corn Flakes levantan la bandera de un género que causará furor juvenil en otros países como Suecia. Con una producción austera, su energía queda bien plasmada en canciones como “Mr. Mouth”, "I Believe in You" o “Refused Conditions”.

 

FROM HEAD TO TOE – Divine (1997)
Raquel Pascual fue una de las primeras voces femeninas en una banda de rock que escuchamos algunos. Con el Ep “Insight” ya se ve la calidad de la banda, pero en “Divine” firman un disco lleno de sensibilidad y potencia que luce desde los primeros compases de “A name”. Producido por Xavi Navarro, es el disco por el que muchos recuerdan a From Head To Toe y aquella textura que compartían con los primeros Aina.

 

XMILK – Scarcity (1998)
Las llamas del hardcore andaban muy vivas a finales de los noventa. Bandas old school, bandas new school. Varios puntos de la escena asistían a buenas sesiones de inspiración americana. Grupos como Ownfight (Valencia), Like Peter At Home (Madrid) o Xmilk (Sabadell) son reflejos de una época donde el género roza con el metal pero mantiene su identidad por crudeza y lealtad a ciertas bases. Nunca se olvida el espíritu crew y aquel hardcore pride de Gorilla Biscuits o Youth of Today. “Scarcity” fue el segundo disco de Xmilk y recogía aquella fuerza con dosis de hardcore moderno. La escena europea vive momentos de gloria y el disco destaca por sonido y composiciones. Reeditado en LP el pasado año (LADV), es un perfecto ejemplo del hardcore mejor revisado que se vio por estas tierras.

 

AINA – Aina st (1999)
Publicado en enero de 1999, “Aina st” es el disco que sacude la escena rock independiente de Barcelona y del país. El cuarteto se ha hecho un nombre con sus canciones anteriores y su manera de hacer (buen equipo, buen sonido, buen directo), pero pocos esperan un disco tan propio, donde las influencias dejan de importar ante el peso de las canciones. Con este disco se convierten en una de las bandas post-hardcore de culto, también fuera de España. Tocan en Francia, en Estados Unidos y más tarde pasarán por las Peel Sessions. Armado sobre tempos muy controlados, un irresistible juego de guitarras, y un sonido natural, el disco avanza con potencia y originalidad. Enseñan pausas, contraritmos y desarrollos deliciosos (“The Right Day”, “Test Drive”, “Dark Black Night”…). Toda la onda del rock DC coge forma propia y canciones como “Ice” quedan en lo alto del disco y de sus directos. De algún modo han dado con la forma de llevar las canciones pausadamente a un punto de ebullición que viene a ser lo que el aroma al buen perfume. Un disco esencial.

 

STANDSTILL - “Memories Collector” (Bcore, 2002)
El hardcore mutaba en los noventa. No bastaban ya las buenas canciones de patrones clásicos. Líneas de guitarra y nuevos tempos aparecen y la expresividad va cambiando. La década termina con un disco emblemático firmado por los suecos Refused, “The Shape of Punk to Come” (Burning, Epitaph). Enric Montefusco y los Standstill son atentos y hábiles y cada vez mejor músicos. “The Ionic Spell” fue una estupenda presentación pero en 2002 entregan “Memories Collector” , un disco poderoso, rico, lleno de energía y creatividad y que anuncia una banda inconformista que ya graba trompetas y contrabajos. Un discazo que se sale de lo esperado y les sitúa en el primer plano del hardcore europeo. “Ride Down The Slope”, “Not The Place” y su sonado final o “Mathusalem Syndrome” dan fe de qué grupo fueron Standstill y cómo empezaba su mutación antes de escribir en su idioma.

 

TOKIO SEX DESTRUCTION – "Le red soul comunnitte" (2002)
Un debut apabullante lleno de buenas referencias sitúa a Tokio Sex Destruction en primer plano. Aparece un cuarteto de Vilanova bien vestido para rendir homenaje a ídolos del garaje y el soul en una mezcla explosiva, valga el topicazo. El disco es una fiesta total de rock and roll y pronto su directo confirma que no es broma. No importa si Tokio Sex Destruction recuerdan más o menos a MC5, The (International) Noise Conspiracy o hasta The Hellacopters por momentos. El caso es que llegan para quedarse con uno de los discos destacados de la historia del sello y de la década. Escuchen “You Gotta Do It” y suban el volumen.

 

DELOREAN – Into the Plateau (2005)
El grupo de Zarauz se instala definitivamente en la pista de baile desde los primeros compases de “Complexity Reducer” y da continuidad a lo que había enseñado “The Metropolitan Death”. Seguramente no es el disco que los primeros seguidores de Delorean escogen porque para eso está el primero, valga la redundancia, pero “Into the Plateau” es la cristalización de estos amantes del ritmo y de The Cure, suena sin parar, es un disco totalmente nocturno, hipnótico y tiene una portada moderna. Su atractivo es indiscutible y su público está a punto de multiplicarse.

 

THE NEW RAEMON – A propósito de Garfunkel (2010)
La vida después de Madee descubre a un Ramón Rodriguez local y muy pop que se pasa al castellano. Canciones suaves y una producción sencilla dan con un disco de presentación que abre nuevos horizontes tras la épica heredada de bandas como Sunny Day Real Estate. Rodriguez se desnuda en historias cotidianas, en un disco casi susurrado, y los propios oyentes de Madee se sorprenden ante "el nuevo Ramón". Con “A propósito de Garfunkel”, Rodriguez deja de lado los muros de sonido y se abre a un público clásico entregando buenas canciones y una voz irónica y narrativa. Con el tiempo firma discos más densos, pero su público elige éste, por lo general.

 

BETUNIZER– Boogalizer (2012)
Algo causa una reacción de fuerza y ritmo en Valencia y lo nombran Betunizer. El artefacto suena preciso y frenético. Rock descentrado, libre, laberíntico, envuelto en una base rítmica de mucha altura y presentado por la incontinencia melódica de José Guerrero. Una banda que tiene prisa y muchas canciones y con “Boogalizer” se sitúa en primera división. “Imagina que matas a Jota” resume bien lo que ocurre en este disco. En BCore decidieron dar menos rodeos: “El ataque de las mil palmas de Honda en Street Fighter 2 pero comiendo cochinillo de Arévalo en lugar de tanto sushi”. Uno de los mejores tríos que ha dado la escena independiente española.

 

NUEVA VULCANO – Novelería (2015)
Hay dos caminos a elegir en el caso de Nueva Vulcano y nos vamos por lo que ellos dicen. Afirman haber grabado el disco que querían grabar, por sonido y otras cosas. Es evidente que no es el disco más emblemático que el grupo ha entregado con BCore porque su nombre se ha levantado en un camino lleno de ingenio, verdad y buenas canciones que tiene a “Juego entrópico” entre los favoritos de su parroquia. La sagrada familia y todo eso. Esa canción que resume la fuerza y originalidad de uno de los mejores tríos que hemos conocido. Pero el día de mañana siempre te enseña un nuevo disco de Nueva Vulcano más brillante y más libre. Cojan “Los peces de colores” y lo ven. Cojan “Novelería” y no cabe duda. De algún modo, el disco más verdadero y maduro de un grupo esencial.

 


 

ARRANCAN LAS CELEBRACIONES

Esta misma semana arrancan los eventos por esos 25 años del nacimiento del sello barcelonés con los siguiente conciertos, todos ellos en Barcelona...

Miércoles 24 de Junio:
Anímic y amigos (Heliogàbal)
Jueves 25 de Junio:
Xmilk, 24 Ideas, No More Lies y Bullitt (Sidecar)
Viernes 26 de Junio:
The New Raemon, Joan Colomo, The Unfinished Sympathy y Nueva Vulcano (Apolo)
Sábado 27 de Junio:
Standstill, Tokyo Sex Destruction y Betunizer (City Hall)

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