Estrenos / Homeless

"La Ciencia Lo Sabe" y nosotros también

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Redacción — 26-02-2015
Fotografía — Redacción

Estrenamos en exclusiva el debut largo de Homeless

Portada inspirada en los discos de la Columbia que alumbraron el Hi Fi, sí, como aquel "I Should Coco" con el que también debutaron Supergrass. Dentro, nueve cortes para corear con el puño en alto, para recibirlos frente al espejo golpeando sobre el muslo esas guitarras afligidas por el turbo rack. Pura ciencia. Tras dos demos prometedoras donde se declaraban conversos al pop de guitarras y melodías agridulces que siempre resuena en la bahía de Cádiz, terminaron de poner todo en orden con "Sinestesia", un Ep prólogo de este debut que hoy os estrenamos en exclusiva.

“La ciencia lo sabe” es el fruto de casi una década de alquimia entre el noise y el jangle pop. Grabado al alimón entre los estudios Grabaciones Sumergidas y La Factoría Dalton y producido por Juan Antonio Mateos y Diego Pozo, será editado por el sello Discosdelrollo.

Vamos paso a paso, canción a canción. Método científico. Al habla Homeless.

Y hasta fuimos campeones.

"La victoria y el fracaso son dos impostores y hay que recibirlos con idéntica serenidad y un saludable punto de desdén: qué mayor triunfo que hacer gloriosa la derrota".
Por su fuerza, rabia contenida e inmediatez es nuestra canción preferida para abrir nuestros directos y por los mismos motivos la hemos situado la primera en el disco. Se grabó tal cual la venimos tocando desde el primer día, de manera que en el estudio en ningún momento nos planteamos añadirle nuevos arreglos o darle otro enfoque a la producción.




El coloso en llamas.


Incluso si fuera una pista en blanco, sólo por su título tendría hueco en nuestro disco, pero lo cierto es que es una de nuestros favoritas. El clásico del cine de catástrofes nos parecía hecho para dar título a una canción sobre batallas interiores, fuego y autodestrucción. La versión del disco ha sido totalmente fiel a la idea primigenia de la canción, hasta el punto de haber incluido en la mezcla final alguna de las pistas originales registradas en casa al componer el tema, lo que creemos le aporta un grado extra de veracidad y frescura.
 

Como las sombras.

Nuestra última composición ha sido paradójicamente el adelanto del disco. Todos hemos tenido alguna vez un deja vú, ese momento mágico en el que un recuerdo que no es tal (o quizás sí) se cuela en nuestra memoria y nos hace por un momento dudar de lo vivido y de la propia realidad. Nada más inútil y destructivo que añorar lo que pudo ser y no fue, y pese a todo, jamás volverá. Una de nuestras canciones más redondas, con una instrumentación equilibrada y sugerente que te conduce hacia nuestro estribillo más bailable y pegadizo. Por su sonido, pensamos que podría anticipar la línea de nuestras nuevas composiciones.


Ni en un millón de años.

Cuando era pequeño, allá por los 80, mi madre a veces me dejaba en casa de unos vecinos cuando tenía que salir a hacer algo a la calle. Sus hijas ya eran mayores, pero siempre había por allí algún juguete con el que entretenerme. Recuerdo perfectamente que tenían en casa un enorme órgano de pared Technics y, aunque rara vez me atreví a pedirles que me dejaran tocarlo, me moría de ganas de hacerlo por más que no tuviera ni idea. Recientemente me encontré con el mismo modelo de órgano en la visita a una casa y esta vez no dudé en juguetear un rato con él. De este reencuentro surgió la línea de teclado a raíz de la cual se compuso esta canción sobre viajes astrales a través del tiempo y las difusas líneas que a veces separan la realidad del sueño.
 



Cuando éramos punk rockers.


Con este tema se inicia un pasaje de tres canciones bastante más pegadas al suelo, tanto en lo musical como en las letras, que difiere claramente del resto del disco. Mensajes explícitos y un sonido más crudo y directo, sin espacio para divagaciones. Un sencillo e incesante riff de guitarra aporta la dosis exacta de crudeza y obsesión.


Omaha

Esta es la canción que quizás mayor cambio ha experimentado en el estudio con respecto a la composición original. Siempre he tratado de que las canciones exploten de alguna forma en el estribillo, pero aquí Juan tuvo la idea de hacer lo contrario, con un anticlímax que escenifica las mismas contradicciones que a veces nos hacen pasar del amor al odio eternos con idéntica e irracional pasión.
 



John & Yoko.


Originalmente la canción incluía unos arreglos de piano y cuerdas en las partes instrumentales que para el disco decidimos eliminar y sustituir por otros de guitarras. A medida que pasan los años comprendemos que nada de lo que creíamos es ni será para siempre.

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Guitarras y sintes compiten por el protagonismo en este tema sobre nuestros propios límites y frustraciones.
 



Mejor me matas


Guitarras reproducidas al revés, un sinte con arpegiador y un estribillo instrumental en el que explotan las guitarras conforman la atmósfera densa y pesada de este medio tiempo susurrante.

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