Ya lo cantaban The Clash: al shareef no le gusta el rock en la casbah. De aquella se referían a la revolución iraní de 1979 que instauró la república islámica, y que una de las primeras cosas que hizo una vez tomado el poder prohibió el rock and roll por "corromper la fe", pero más de tres décadas después el relevo lo toma ISIS. Entre atrocidad y atrocidad, en la última campaña de propaganda han difundido varias fotos en las que queman pilas de instrumentos musicales, especialmente baterías, y un comunicado en el que explican la quema por ser instrumentos "antiislámicos".
Hace poco también aparecieron fotos de soldados de ISIS golpeando a un grupo de músicos y destruyendo sus intrumentos, por tocar un "teclado antiislámico". Lo curioso es que también se pueden ver en esas piras laúdes o instrumentos de percusión árabes, así que la excusa de ser instrumentos occidentales antiislámicos les queda un poco coja... Cosa que no extrañará a nadie teniendo en cuenta que precisamente los musulmanes son las principales víctimas de ISIS.
Parece que, en realidad, lo que pasa es que el totalitarismo sigue teniendo miedo a la música, sobre todo a la que ni entiende ni puede controlar. Y hace bien en tenerlo.
qué susto, pensé que hablábais de los de Boston