Estrenos / Maud The Moth

Estrenamos "The Inner Wastelands" de Maud The Moth

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Redacción — 09-03-2015
Fotografía — Weronika Bachleda Baca

La artista nos comenta personalmente todas las canciones

Estrenamos en exclusiva el nuevo trabajo de Maud The Moth, es decir, Amaya López-Carromero, una de las artistas más sorprendentes de nuestro país, aunque ahora esté afincada en el Reino Unido. Maud The Moth se mueve en terrenos cercanos a los de Tori Amos o Fiona Apple.

En esta nueva obra, "The Inner Wastelands" (Nooirax, 15), la acompañan Helena Sköld (violín), Sebastian Freij (cello), Rob Coe (contrabajo) y Crispin Anderson (batería). De hecho, este último ha sido el co-productor y mezclador de todo el álbum, y se le conoce por ser el ingeniero de directo de Little Dragon y por ser el director técnico del festival Dragonfly.

Bajo estas líneas puedes escuchar el álbum completo, y más abajo leer los comentarios de Amaya López-Carromero sobre cada una de las canciones.

Comentarios:

Good Morning Blackbird

Tema con ligera influencia jazzística, el más crudo y sencillo en cuanto a arreglos. Quizás una forma un poco suicida de empezar un disco, pero tenía que ser la primera canción porque habla de la madrugada y visualmente expone todos los escenarios donde se va a desarrollar el disco con una luz blanquecina y un silencio absoluto. Habla de una huida al igual que “Maud The Deer Tamer”, pero en este caso es una huída limpia.


Awakening

Mero interludio a “Empires”. Es un homenaje a “Jimmy” de Tool (“Aenima”, 1996). Homenaje que se repite en el disco con “Eleven”. Esto es algo bastante críptico y que no se hace obvio en ningún lado, pero creo que merecía ser dicho. En este caso repite la melodía principal de “Empires” con un acompañamiento casi de piano bar, introduciendo un punto más irónico a una canción ya suficientemente dramática como empires.

Empires

Posiblemente el single del disco, o al menos en mi opinión. Tema bastante épico y progresivo, con una de las mayores densidades de arreglos del disco. Las percusiones del final están grabadas con micrófonos de ambiente mientras corro por la sala. Hasta la versión final del disco, el tema ha evolucionado durante dos años pasando por diversas instrumentaciones, y creo que por fin ha encontrado su verdadera esencia. A grandes rasgos, habla metafóricamente y con un estilo bastante fabulesco de como un individuo queda atrapado en su propia percepción de la realidad, discutiendo la validez de lo que se considera real o no.

Crossbows
Compositivamente sigue la línea de “Empires”. Tema progresivo y con arreglos que ayudan a dinamizar y enfatizar la estructura narrativa (hay una introducción, un desarrollo con giros más o menos inesperados, y un desenlace). Es un tema muy visual que se desarrolla en la frontera entre la ciudad y el descampado, saltando del uno al otro de una forma un poco onírica y que habla de la destrucción de dos personas entre sí.

Boards & Gasoline
Este tema no iba a estar en el disco, pero suele tener bastante éxito en directo, por lo que decidí meterlo. Es el tema más simple del disco, y lleva la influencia góspel y soul a un plano más oscuro y en el que me siento más cómoda. La letra sin embargo comparte esa temática de intento de positivismo de estos estilos, en este caso la frase “take a rest from burning”, habla por ella misma.

Eleven
Esta canción también sufrió múltiples transformaciones hasta acabar siendo como es. Originalmente era con guitarra. Habla de una polilla que cae por un lavabo y va a parar a una máquina trituradora que fabrica sombra de ojos. La metáfora trata la conversión de algo doloroso, o de una emoción, en un elemento de consumo como una canción, en la que el oyente a menudo no es consciente de todo lo que la ha originado. Está vinculado con el paso al mundo onírico al otro lado del agujero del que se habla en “Ignis Fatuus”, y en el que transcurren “Empires”, “All Over” y “Crossbows”.

The Swarm
Interludio a “Ignis Fatuus”. Se llama “The Swarm” porque el flanger sobre el ruido marrón del fondo sonaba un poco a un enjambre. Visualmente esta imagen encajaba perfectamente con la textura terrosa y nocturna de “Ignis Fatuus”.

Ignis Fatuus
Canción que habla de la transformación, representándola con la muerte. Habla del cambio y de la superación de un individuo mediante la estampa visual de alguien que persigue una luz que cree haber visto, y traspasa el suelo renaciendo al otro lado. Está basado en un cuento que escribí hace unos años, y la portada podría considerarse una alusión a esta canción que en realidad recoge un poco el ambiente de todo el disco.

Maud The Deer Tamer

Tema principalmente instrumental, en el que hay una parte de piano preparado (parece un efecto postprocesado, pero es todo acústico) que se solapa con la línea principal. Básicamente trata sobre la búsqueda de libertad.

All Over

Otro tema fabulístico con mundos imaginarios que realmente narran una experiencia relativamente mundana de ausencia de un ser querido. En este tema la colaboración de Helena fue clave y es en el que más contribuyó como arreglista para ayudar a que todo cobrase más coherencia.

Turpentine
El tema más distanciado del resto del disco estilísticamente, y en el que hay elementos más atmosféricos o electrónicos y el que se ha notado más la personalidad de Crispin en cuanto a producción. El título hace referencia a la sensación de disolverse cuando cuesta enfrentarse a ciertos momentos de la realidad.

2 comentarios
  1. La fotografía es de la polaca Weronika Bachleda Baca.

  2. La fotografía es de la polaca Weronika Bachleda Baca.

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