Curiosamente, este es tu primer álbum en solitario (o registrado a tu nombre, o directamente a tu apellido, mejor dicho) en cerca de treinta años de carrera, tras militar en Loose Fur, Golden Smog o Wilco y con el único precedente de la banda sonora de la película “Chelsea Walls”…
Es estupendo haber grabado este disco así. Me gusta la cultura de bandas, el tener confianza en un puñado de músicos que transforman algo que tú has escrito en otra cosa que nunca habrías imaginado. Dicho eso, disfruté muchísimo haciendo el disco de Mavis Staples (se refiere a “One True Vine”, el segundo que grabó con ella, en 2013)(NdR), que fue un proceso similar al de este disco, encargándome yo de casi todos los instrumentos. No sabría decirte por qué hasta ahora no lo había hecho. Me siento tremendamente realizado como músico con todo lo que he hecho hasta ahora, y con los músicos con los que he grabado, porque cada nuevo paso llevaba hacia otro. De todos modos, preferí bautizar este álbum a nombre de Tweedy (y no Jeff Tweedy) porque también lo considero una experiencia colectiva. De todos modos, la única diferencia entre aquel álbum con Mavis Staples y este, al margen de que elegir el material destinado a ella y el que va para mí sea diferente, es que al final soy yo el que canta las canciones.
Es la segunda vez que trabajas en la grabación de un álbum junto a tu hijo, Spencer. Me ha sorprendido la versatilidad que imprime a su batería en este disco…
Es un músico muy talentoso, aunque sea embarazoso que yo lo diga, siendo su padre. Creo que su forma de tocar la batería habla por sí misma. Es alguien que sabe escuchar, y creo que esa es una de las facetas más infravaloradas de un músico, el ser capaz de escuchar lo que ocurre alrededor al mismo tiempo que estás tocando. Es por eso por lo que creo que suena tan versátil, porque intenta no limitarse a aquellos registros en los que se encuentra más cómodo, es lo suficientemente fluido manejando su instrumento que es capaz de sostener la conversación que se establece con el resto de músicos, ocurra lo que ocurra.
Da la impresión de que el haber trabajado en un rol menos democrático, sin tener que mediar entre los diferentes contrapesos que dan forma a la música de Wilco, te ha permitido grabar un disco con mayor variedad de registros. ¿Lo ves así?
No, no creo que sea más amplio en términos de mis intereses o estilos musicales. Sí que es verdad que en Wilco trabajamos más en un terreno común, en el que cada uno añade cosas y las compartimos. Creo que los discos de Wilco son bastante variados a nivel estilístico, en comparación con otras bandas.
Más relajado, en todo caso…
Este disco me ha dado la oportunidad de tocar canciones con una guitarra acústica y un par de instrumentos más. En una banda no podría hacer algo así, no sería un formato adecuado.
¿Queríais refirmar la idea de un álbum para ser escuchado de principio a fin, obedeciendo a un concepto, en lugar de una colección de temas individuales?
Lo ideal para mí es que la gente lo escuche como cuatro caras de un álbum en vinilo, y que tengan la oportunidad de digerirlo con tiempo, como cuatro caras de cinco canciones cada una. Así es como yo entiendo que debe funcionar mejor. La forma menos apropiada de escucharlo, en mi opinión, sería de cabo a rabo, porque la gente ya no escucha así los discos, seguramente se cansarían al consumirlo todo de golpe.
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