"Mi reto es seguir escribiendo buenas canciones"
Entrevistas / Eels

"Mi reto es seguir escribiendo buenas canciones"

Oriol Rodríguez — 26-04-2018
Fotografía — Gus Black

Hacía cuatro años que no sabíamos nada de Mark Oliver Everett, exilio creativo al que afortunadamente ha puesto fecha de caducidad con la publicación de "The Deconstruction" (E Works/PIAS,18). Mr. E ha reaparecido con un álbum de pop sublime y belleza infinita que destaca como una de las mejores referencias en la siempre notable discografía de Eels.

Había rumores que decían que te estabas planteado dejar la música. ¿Cuándo te decidiste a grabar "The Deconstruction" ?
No soy mucho de planificar las cosas. Voy escribiendo temas hasta que llega un momento en el que siento que tengo que empezar a poner en orden todas las piezas que conforman el puzzle. Llegados a ese punto sé que es el momento de volver a grabar. Para mí sigue resultando extremadamente excitante componer nuevos temas. Dar forma a una progresión de acordes que ayer no existía. Cada canción es un mundo diferente. No hay ningún secreto, ninguna ecuación matemática que haga aparecer la inspiración y te ayude a componer una buena canción. En este sentido, en este nuevo disco la diferencia ha sido incluso más grande que en los discos anteriores.

"Claro que me interesa la política, más en un momento como el actual, que es un pesadilla. Pero más que la política tal y como la entendemos, me interesa la política personal".

¿En qué sentido?
Normalmente solía partir de una idea global, de un concepto. Esta vez no ha sido así. Como explicaba, he ido trabajando tema a tema. Cada canción parte de un concepto diferente. Y aunque así, una vez acabé el disco empecé a darme cuenta que, de alguna manera, tanto en el sonido como en la temática, había cierta cohesión.

De hecho, has afirmado que este era un álbum en el que, dada la locura en la que dices que esta sumida el mundo y, especialmente tu país, has buscado deliberadamente la belleza.
Sí. Para mí ese es el significado de "The Deconstruction". Nos pasamos la vida construyendo muros y trincheras, pero de para protegernos de quién, para salvarnos de qué... En un mundo condenado al colapso y el derrumbe, deberíamos iniciar su deconstrucción a partir de la belleza.

¿Te interesa la política?
Claro que me interesa la política, más en un momento como el actual, que es un pesadilla. Pero más que la política tal y como la entendemos, me interesa la política personal, es decir, aquellas decisiones que tomamos como individuos pero que pueden tener un efecto colectivo. ¿Qué decisiones tomaría yo si fuera político? Por suerte soy músico de rock.

¿Músico de rock?
Es lo que soy. O cuanto menos es lo que hago.

Evidentemente, pero... ¿calificarías tu música como rock?
Eso es verdad, le llamamos rock pero también podríamos llamarla pop, además de tener muchos detalles de otros estilos.

Retornando a esa búsqueda de la belleza en tiempos de crisis, la música te resulta terapéutica.
Totalmente, tanto escribir canciones como escuchar música de otros grupos y artistas. Pero es que… ¡a quién no le gusta la música!. Yo escucho música a todas horas. Por otro lado, escribir canciones me ha permitido conocerme mejor a mí mismo. Tengo más conciencia de quién soy gracias a mis canciones.

¿Qué escuchas?
De todo, aunque sé que esa es una respuesta muy difusa. Me gusta mucho refugiarme en mi vieja colección de vinilos. No es que sea un freak del vinilo pero me encanta el formato. Mantengo todos los que he ido comprando desde que era un crío.

¿Cuál es la mejor pieza de tu colección?
Tengo una copia del "Yesterday and Today" de los Beatles con la portada censurada, la icónica Butcher Cover. Está en un estado lamentable, pero, al menos en los Estados Unidos, es una pieza muy buscada por los coleccionistas.

¿En los Beatles está todo?
O casi todo. Para mí “Strawberry Filds Forever” es el pináculo de la grandeza pop. Después de este tema no hay nada. Hubo grandes artistas antes de los Beatles y ha habido grandes bandas después de los Beatles, pero ellos cambiaron las reglas del juego. Nadie ha tenido una influencia tan grande y absoluta en la música pop como la tuvieron (y la siguen teniendo) ellos. Tras los Beatles tan solo el punk y el hip hop, y ya como fenómenos colectivos, han tenido un impacto similar al suyo.

¿En la música pop está todo inventado?
No, aún se pueden crear cosas nuevas, refrescantes y diferentes. Si tuviera que marcarme un objetivo como músico, ese sería mi principal reto, intentar buscar nuevas formas para expresarme dentro del viejo idioma del pop.

Tu música tiene un innegable poso meláncolico. ¿Es tu forma de superar la tristeza?
Yo escribo canciones. Además, también he escrito un libro. Para superar la tristeza hay que hacer cosas. En realidad, no es tan difícil ser feliz. Uno de los mensajes de este disco es que puedes encontrar la felicidad incluso en las peores situaciones. El secreto para ello creo que pasa por aceptar tu realidad, las circunstancias que te rodean. Una vez aceptas tu realidad no cuesta tanto ser feliz. La felicidad es un estado mental. Nosotros somos los que decidimos si queremos ser felices o no.

"Cuando grabé "Beautiful Freak" pensaba que muy probablemente ese iba a ser mi único disco. Por suerte, estaba equivocado".

¿Como es tu día a día como músico?
Pues no suele haber dos iguales. Una de las mejores cosas de ser músico es que eres muchas cosas a la vez. Dicho de otro modo, ser músico implica hacer muchas cosas. Hay etapas en las que te pasas el día componiendo. Otras en las que te encierras en un estudio de grabación. También tienes que salir de gira… No estar ligado a una rutina hace que todo sea mucho más divertido. No te aburres, porque cuando empiezas a aburrite pasas a la siguiente fase. Soy un afortunado por poder dedicarme a esto desde hace tanto tiempo.

Apareciste en a la década de los 90 formando parte de esa generación del nuevo rock americano en al que también podríamos incluir a nombres como Fastball, Third Eye Blind, Semisonic, Ben Folds, y por el éxito masivo que tuvo tu single “Novocaine for the Soul” se te encasilló erroneamente como un one hit wonder. Con el tiempo, y sin embargo, has alcanzado un estatus que te ha otorgado el crédito para hacer lo que realmente quieres.
Y es un milagro. No me lo puedo creer. Cuando grabé "Beautiful Freak" (Dreamworks, 1996) pensaba que muy probablemente ese iba a ser mi único disco. Por suerte, estaba equivocado y aquí me tienes, veinte años después hablando de mi doceavo o treceavo álbum.

Aunque a ti, eso de hablar de tu música no sea lo que más te gusta.
Más bien no, pero forma parte del negocio. Grabo álbumes y tengo que promocionarlos si quiero seguir viviendo de mi música, no hay otra opción. Pero tampoco es algo que me torture, realmente aprecio que haya gente que se interese por lo que hago y se proponga hacer llegar el mensaje a sus lectores.

¿Escuchas tus viejos discos?
Es algo que hago de vez en cuando, especialmente cuando tengo que salir de gira y quiero recuperar algunos de mis viejos temas para incluirlo en el repertorio. Es jodido porque te das cuenta de todos los fallos. Vuelves a escuchar todos aquellos detalles que eliminarías pero que ya no puedes cambiar. Por suerte tengo los conciertos y hay sí que podemos arreglar todas las cagadas que hice en el pasado.

Y este último, aunque puede parecer una obviedad, ¿lo has escuchado últimamente, una vez ya lo has publicado?
Sí, lo he escuchado diversas veces, y en cada una de ellas he experimentado una sensación diferente. Cambiaría un montón de cosas, por eso he decidido no volverlo a escuchar durante una larga temporada, sino me volvería loco.

Tu carrera inició un nuevo capítulo con la publicación en 2008 de tu autobiografía "Cosas que los nietos deberían saber" (Blackie Books, 09). ¿Volverás a la literatura?
Fue un proceso que disfruté mucho en su momento pero pasé página. Lo mío es la música. No digo que no vuelva a escribir nada nunca más. Quizás en el futuro vuelva a sentir la necesidad de publicar un libro, pero no es algo que contemple a corto plazo.

También te hemos visto actuar en diversos capítulos de la serie "Love".
Se acaba de estrenar la tercera temporada y vuelvo a aparecer en un para de episodios. Nuevamente, me lo paso bien haciendo estos cameos, más en una serie tan buena como Love, pero actuar no es lo mío. Me divierte pero como debo hacerlo bien, a la vez me da un poco de miedo cagarla, no estar a la altura. Definitivamente, se me da mucho mejor grabar discos.

En julio te podremos ver en directo en Barcelona y Madrid. ¿Cómo llevas lo de la vida en la carretera?
Sabes una cosa... Todos los tópicos que los músicos no dejamos de repetir sobre salir de gira son verdad. La vida en la carretera es cansada y aburrida. Lo único bueno que tiene es que cada noche te subes a un escenario y durante una hora y media o dos puedes compartir tus canciones con el público. El resto es un coñazo.

¿Qué sientes cuando la gente canta tus canciones en los conciertos?
Aún hoy me resulta raro, pero la verdad es que la sensación es maravillosa. Pero ese no es mi principal objetivo como artista. Evidentemente, está muy bien tener a un público que me siga porque si no, no podría dedicarme a esto, pero  Dedicarme a esto durante todo el tiempo que quiera.

¿Has imaginado la música que harás con 60 o 70 años?
No, pienso en lo que he hecho ahora y aquí. No puedo proyectarme tan lejos. Seguro que seguiré haciendo música, pero me interesa mucho más lo que hago actualmente que no lo que haré en el futuro. Pero los tipos viejos también rockean y de tener que seguir el modelo de alguien, me guataría mucho envejecer como lo ha hecho alguien como Tom Waits.

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