Clavell Morenet
Discos / La Troba Kung Fú

Clavell Morenet

9 / 10
Don Disturbios — 23-11-2006
Género — Mestizaje
Fotografía — Archivo

No es muy común, en el mundo de la música, que las secuelas mantengan el nivel de las bandas seminales. Por regla general o hay un paso atrás cualitativo evidente o el nuevo material se aleja tanto de lo anterior que no acaba de contentar a los seguidores de siempre.

Afortunadamente no ha sido así en el caso de La Troba kung-Fú cuya propuesta no se desvía demasiado de los Dusminguet más rumbero-caribeños. Además hay que tener en cuenta que la peculiar tonalidad vocal y el acordeón de Joan Garriga son marcas inconfundibles de un sonido que incluso podemos afirmar que se ha expandido como nunca. Si a eso le sumas toda la iconografía lírica, tan rica como inconfundible del de La Garriga, ya tienes unos de los proyectos más interesantes y con mayor proyección y calado de los que se hacen no sólo en Cataluña si no también en catalán, idioma utilizado en la mayoría de los catorce temas de los que se compone este “Clavell Morenet”. Un disco (el 4 de diciembre estará en las tiendas) que sin perder de vista el pasado, avanza a través de la rumba como base en la que se aposentan el dub, la cumbia, el merengue y en definitiva esa tradición mediterránea aunada con el caribe más sabrosón. Un curioso y resultón hermanamiento entre La Garriga, un pequeño pueblo del Montseny catalán, y la ciudad de Camagüey, en el interior cubano, donde curiosamente la herencia catalana se deja notar en sus grandes y tradicionales vasijas de barro. Para ello, Joan Garriga ha contado con una pléyade de músicos experimentados y de largo recorrido como: Muñeco nacido en Camagüey pero afincado desde hace tiempo en Cataluña donde ha desarrollado una larga carrera como multi-instrumentista y percusionista habitual de Amparanoia y colaborador de, entre otros, Ojos de Brujo o Calima. Pero también ha sido muy importante la aportación de Toti Arimany definido por el propio grupo como “el hombre control”, por su percepción del todo y sus aportaciones “electro”, sin olvidar tampoco a Marià Roch bajista (Los Sencillos, Jarabe de Palo), Muchacho guitarra y teclados, (Sabor de Gràcia) y Pep Terricabras, batería (Gertrudis). Juntos han logrado un sonido de primera, sólido y consistente en le que las historias canallas y arrabaleras no exentas de cierta comicidad, se combinan con otras de mayor peso social e incluso espiritual. Se puede hacer diferente, pero difícilmente se puede hacer mejor.

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