Majareta
Comics / Ellen Forney

Majareta

8 / 10
Luis J. Menéndez — 11-11-2014
Empresa — La Cúpula

El cómic confesional , dibujado y protagonizado por una mujer con desórdenes vitales o incluso psiquiátricos se puede considerar ya todo género en sí mismo. Desde que la canadiense Julie Doucet emergiera en el mundillo independiente hace un par de décadas, mangakas, herederas de la tradición underground norteamericana y representantes contemporáneas de la bande dessinée han convertido inseguridades, frustraciones y desvaríos en viñetas, tocando el cielo en más de una ocasión -el caso de Alison Bechdel, considerada una de las grandes desde la publicación de “Fun Home”, es el más evidente-. Ellen Forney se suma ahora a esta tradición con “Majareta”, diario dibujado de sus experiencias desde que le fuera diagnosticado trastorno de bipolaridad.

Ellen Forney ha dibujado toda su vida y por lo que nos cuenta en “Majareta” más que vocación el dibujo se ha convertido en su caso en necesidad y terapia, inconsciente en un primer momento, antes de descubrir el trastorno que sufría, y buscada hasta el punto de completar esta novela gráfica una vez que el problema salió a la luz. Tal y como corresponde a este tipo de trastornos, el relato en “Majareta” dista de ser fluido y avanza a golpe de humor, entre la depresión y la euforia, con pequeños episodios que casi siempre con un punto cómico pero que esconden tras de sí una evidente necesidad de auxilio.

En consecuencia el dibujo igualmente muta para adaptarse al momento y el tono de la batallita en cuestión, que puede ir desde una tórrida escena sexual hasta el divertido tratamiento de su relación con su madre. A pesar de esa sensación de irregularidad o precisamente por ella, estas 260 páginas se convierten en un vigoroso relato del día a día de una artista en el alambre que se interroga sobre las conexiones entre su obra y la enfermedad

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